El Gobierno belga dimite en pleno por el escándalo en torno al caso Fortis
- El anuncio se produce poco después de la dimisión del ministro de Justicia
- Hay indicios de presiones a jueces para evitar una sentencia desfavorable
- Un grupo de pequeños accionistas había denunciado el despiece y venta de Fortis
- El Tribunal de Apelación suspendió la semana pasada esta operación
El Gobierno belga ha aceptado la propuesta del primer ministro de presentar al Rey Alberto II su dimisión en pleno, según ha confirmado el portavoz de Yves Leterme.
El primer ministro propuso este viernes la dimisión de su gobierno, ante el escándalo en torno al caso Fortis y las supuestas presiones del Ejecutivo a los jueces que tramitaron las denuncias de los accionistas del grupo.
Según ha explicado a AFP, su portavoz, Peter Poulussen, el primer ministro convocó una reunión de urgencia para abordar este asunto con su gabinete.
Poco antes el ministro de Justicia belga, Jo Vandeurzen, presentó su dimisión. Según informan los medios locales, Vandeurzen ha decidido renunciar al cargo tras la presentación del informe del Tribunal de Casación -la más alta instancia judicial del país- que ve indicios claros de que el Gabinete del primer ministro, Yves Leterme, trató de frenar una sentencia sobre Fortis que le resultaba desfavorable.
El Tribunal de Apelación de Bruselas ordenó la semana pasada, en respuesta a una demanda de un grupo de minoritarios de Fortis, la suspensión de todas las decisiones que, en octubre, condujeron al despiece y venta del grupo bancario y de seguros.
El tribunal dio la razón a un grupo de accionistas minoritarios que recurrieron una serie de decisiones de los Gobiernos de Bélgica, Holanda y Luxemburgo tomadas en octubre pasado para intentar solucionar los problemas financieros de la entidad.
Los jueces suspendieron una decisión del pasado 3 de octubre en la que estos tres países decidieron segregar las actividades de la entidad, de forma que los activos holandeses fueron asumidos por ese Estado.
El tribunal anuló también la decisión del 5 de octubre por la que los gobiernos de Bélgica y Luxemburgo decidieron, tras nacionalizar la entidad, vender casi todo el negocio bancario (75 y 67%, respectivamente) y las actividades de seguros en Bélgica al banco francés BNP Paribas, reservándose una minoría de bloqueo.
Tras el anuncio del fallo, que supone un fuerte revés para el Gobierno, comenzaron a aparecer informaciones sobre las presiones ejercidas desde el Gabinete del primer ministro para evitar un fallo en su contra.
Leterme negó haber tenido contactos con los jueces implicados en el caso, aunque reconoció que su jefe de Gabinete habló con el marido de una de las magistradas y también trascendió que uno de sus asesores llegó a enviar un mensaje de correo electrónico amenazante a la fiscalía.