Obama advierte a las automovilísticas que "la paciencia del público se agota"

• Según Obama el plan anunciado por Bush es "un paso necesario" para salvar al sector
• Ha anunciado que la congresista Hilda Solís estará al frente de Trabajo

El presidente electo de EEUU, Barack Obama, ha apoyado las medidas anunciadas por Bush para rescatar a las compañías automovilísticas de su país, pero ha advertido de que "la paciencia del público estadounidense se está agotando".

En una rueda de prensa para presentar a varios miembros de su futuro Gabinete, entre ellos la congresista Hilda Solís, que estará al frente de Trabajo, Obama ha afirmado que las tres constructoras de automóviles -General Motors, Chrysler y Ford- deben "aprovechar esta oportunidad para presentar un plan sostenible" de viabilidad.

Según Obama, el plan del Gobierno es "un paso necesario" para evitar el hundimiento del sector automovilístico estadounidense

Un plan de 17.400 millones de dólares

Bush ha indicado que los préstamos alcanzarían los 17.400 millones de dólares (12.400 millones de euros) para GM y Chrysler. Ford ha indicado que de momento no tiene necesidad de esos créditos.

De acuerdo con el plan anunciado por la Casa Blanca, General Motors y Chrysler recibirán de forma inmediata 9.400 y 4.000 millones de dólares (6.800 y 2.800 millones de euros), respectivamente. En febrero, GM tendrá acceso a otros 4.000 millones de dólares (2.800 millones de euros).

El presidente electo, que tomará posesión el próximo 20 de enero, ha agregado que aún no ha tenido ocasión de estudiar los detalles de la propuesta de la actual administración, por lo que desconoce si una vez que llegue a la Casa Blanca la modificará.

Pero ha indicado a las automovilísticas que deben presentar un plan de viabilidad que no se lleve a cabo exclusivamente a costa de sus trabajadores y que deberán adoptar "medidas dolorosas" aunque necesarias para su supervivencia.

"Un paso necesario"

El presidente electo también ha indicado que las medidas adoptadas por el Gobierno saliente son "un paso necesario" para evitar el hundimiento del sector automovilístico estadounidense, que ha visto agravada la crisis que ya arrastraba debido a la drástica caída en las ventas en los últimos meses.

El colapso del sector, ha expñlicado Obama, "hubiera tenido unas consecuencias devastadoras en nuestra economía y entre nuestros trabajadores".

El secretario del Tesoro, Henry Paulson, ha señalado que con la ayuda al motor ya ha gastado la primera parte del plan, 350.000 millones de dólares, y anuncia que va a pedir al Congreso que le dé acceso a la otra mitad.