"¿Dónde están los del Gordo?"
- 'El Tesoro de Embajadores' de Madrid ha vendido 10 décimos del Gordo: 32.365
- En la administración se han congregado periodistas y curiosos, pero ni un millonario
"¿¡Dónde están los del Gordo, que se han ido todos!?", exclama un vecino nervioso a las puertas de la administración de lotería número 281 de Madrid, que ha vendido diez décimos del primer premio del Sorteo de Navidad.
"Estos están ya camino del banco", comenta uno de los curiosos. "¡O del Caribe!", respondía otra.
Y es que en el número 65 de la madrileña calle de Embajadores hay muchos curiosos, una legión de periodistas, pero millonarios, ni uno.
Quien sí está es Avelino Rueda, el orgulloso -y sufrido- lotero que ha repartido tres millones de euros. El responsable de El Tesoro de Embajadores, que así se llama su administración, lleva toda la mañana atendiendo con la mejor de las sonrisas a decenas de medios de comunicación.
"Nos hemos enterado porque ha llamado uno de ustedes. Estábamos trabajando como cualquier otro día", relata Avelino entre un enjambre de micrófonos.
A pocos metros, Andrés, un empleado de la administración, escribe sobre un cartón un primer letrero con el número de la suerte. "¿Está usted nervioso?", le preguntan los periodistas. "Este es mi trabajo. Estaría nervioso si me hubiera tocado", responde mientras pregunta cuál es el número del Gordo para no equivocarse.
"Papá, ¿nos ha tocado algo?"
Pasan los minutos y, a falta de agraciados, comienzan a llegar vecinos y curiosos en general. Gloria e Isabel han bajado en cuanto se han enterado. Aunque no les ha tocado, están radiantes de felicidad. "¡Veníamos a alegrarnos y nos hemos encontrado después de 40 años sin vernos!", explican a RTVE.es.
La incertidumbre y los nervios están a flor de piel. "¡Papá, estoy aquí donde trabaja mamá, que ha tocado la lotería! ¿Nos ha tocado algo?", grita Elena al teléfono, una estudiante de la universidad de Granada que ha vuelto a casa por Navidad.
"Iba a ver a mi madre al trabajo, que trabaja en esta misma calle, y me he encontrado con el Gordo", cuenta emocionada a RTVE.es. "Si me toca, mi sueño es comprarme una batería y un jamón de bellota. ¡Apunta eso!", nos pide Elena.
Con la misma incertidumbre está Encarna. Trabaja en una empresa de albañilería y reformas, justo al lado de la administración, y lleva lotería. "Una clienta a la que hicimos una reforma nos regaló un décimo y lo compró aquí", explica Encarna, que no podrá saber si tiene premio hasta que vuelva a casa.
Al otro lado, los camareros de la Cervecería Díaz se lamentan de su mala suerte. "Aquí sí ha tocado. Ha tocado perder", dice con humor uno de los parroquianos mientras se bebe una caña.
En la calle, 'Antoñito el friki', como se hace llamar, se ha convertido el centro de atención. A sus 83 años se ha llevado la armónica para tocar villancicos y "la canción de la lotería". "¡Viva el Gordo y viva la lotería de Navidad", exclama Antoñito ante las cámaras. Pues eso: viva el Gordo, "manque pierda".