Enlaces accesibilidad

Pakistán llora a Benazir Bhutto un año después de su asesinato

  • Se cumple el primer aniversario de su muerte en un atentado suicida
  • La localidad natal de la ex primera ministra acoge una ceremonia en su honor
  • Su viudo y presidente del país desde septiembre, Asif Alí Zardari, ha preisido el acto
  • Zardari ha pedido diálogo para resolver la creciente tensión con la India
  • Se ha decretado un día de fiesta para que los paquistaníes puedan homenajearla
  • Fue la primera mujer en gobernar un país musulmán (1988-1990 y 1993-1996)
  • Ban Ki moon reclama que constituya la comisión de investigación sobre su muerte

Por
Pakistán llora a Benazir Bhutto un año después de su muerte

Un año después de su asesinato en un atentado terrorista, la fuerza política de Benazir Bhutto sigue intacta en Pakistán, como revelan los centenares de miles de seguidores que se congregarán este sábado en el mausoleo familiar de Garhi Khuda Bakhsh, en el sur del país, donde durante el sábado cientos de miles de personas han tomado parte en una ceremonia de recuerdo a la que han asistido su viudo y presidente del país, Asif Alí Zardari, y su hijo Bilawal Bhutto Zardari, que copreside junto a su padre el Partido Popular de Pakistán (PPP).

Ambos deben su actual relevancia a la figura de 'Bibi', como la conocían muchos paquistaníes, la primera mujer que gobernó un país de mayoría musulmana y la mayor esperanza de democratización del país asiático durante los años de Gobierno autoritario del general Pervez Musharraf, ya desterrado del poder.

Durante su discurso, Zardari ha hecho un llamamiento al diálogo con La India para superar la creciente tensión que se vive entre ambos países. Ha asegurado que su país no quiere "hablar de guerras o venganza" y ha instado a utilizar la vía del diálogo para resolver la escalada de tensión con la India a raíz de los atentados de Bombay.

"Toda la región sufrirá en caso de guerra. No queremos hablar de guerras o venganza", ha subrayado con semblante serio Zardari, quien participó durante la jornada en los actos conmemorativos a Bhutto, que congregaron a decenas de miles de personas.

Objetivo terrorista

La ex primera ministra paquistaní murió el 27 de diciembre del año pasado a causa de las heridas que le inflingió un terrorista suicida, que primero le disparó y luego hizo estallar una carga explosiva matando a otras 16 personas, en Rawalpindi, donde la entonces candidata a primera ministra acababa de celebrar un mitin.

No era la primera vez que sus enemigos lo intentaban: a mediados de octubre, poco después de regresar de su exilio para concurrir a las elecciones legislativas, su comitiva fue el objetivo de un doble atentado suicida que mató a 143 personas en Karachi. Entre otros aspectos, Bhutto prometía permitir a Estados Unidos perseguir a Al Qaeda en el país y abrir a la Agencia Internacional de Energía Atómica el programa nuclear paquistaní.

Finalmente, los terroristas lograron su objetivo 12 días antes de las elecciones, que debían celebrarse el 8 de enero pero que tuvieron que ser aplazadas hasta el 18 de febrero en medio de una ola de violencia e indignación por el magnicidio.

Esperanza democrática

Esa indignación fue la que aupó al PPP en las elecciones, un duro revés para Musharraf, que en agosto se vio obligado a dimitir de su cargo, antes de que el Tribunal Supremo le destituyese. Se abría así la puerta a la máxima autoridad del país: Asif Alí Zardari conquistaba para el PPP la presidencia de Pakistán apoyándose en el legado de su esposa fallecida.

Sin embargo, su viudo no representa la misma esperanza para los paquistaníes, que durante los gobiernos de Bhutto -fue dos veces primera ministra, entre 1988 y 1990 y entre 1993 y 1996- le conocían como Míster 10%, en referencia a las comisiones que exigía por sus favores políticos. La propia Bibi había sido una pésima gobernante, alejada de las expectativas levantadas e incapaz de contener la corrupción de su entorno.

Sin embargo, representaba la esperanza democrática de un país carcomido por los sectores radicales y por la severa pobreza que sufren tres cuartas partes de sus 165 millones de habitantes. También para Estados Unidos, que había favorecido su regreso al país facilitando un acuerdo con Musharraf, y la comunidad internacional era la mejor opción para democratizar un país que posee armas nucleares, enfrentado a otra potencia nuclear como es India y que está permanentemente amenazado por el radicalismo islámico.

Celebración nacional

En el resto del país también se conmemorará la muerte de Benazir Bhutto, ya que se ha decretado que el día sea festivo parta permitir a la población rendirle homenaje.

Fuera de Pakistán, el secretario general de la ONU,  Ban Ki moon, ha elogiado la figura de Bhutto y ha vuelto a reclamar la creación de una comisión de investigación que investigue la muerte de la ex primera ministra. En julio, las autoridades paquistaníes y la ONU llegaron a un principio de acuerdo al respecto, aunque la comisión aun no ha sido constituida.

La responsabilidad del ataque que acabó con la vida de Benzair Bhutto aún no ha sido esclarecida y sus seguidores apuntan tanto a los talibanes, que no han reivindicado el atentado, como a miembros del Gobierno de Musharraf -incluido el propio general- y de los servicios secretos.