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Cuba celebra su medio siglo de revolución sin grandes fastos

  • El acto central se celebra en Santiago de Cuba sin Fidel Castro
  • La isla ha vivido un año muy difícil para la economía y Fidel Castro sigue delicado
  • El 1 de enero de 1959 se proclamó la victoria de la revolución tras huir el dictador Batista
  • Se espera que la llegada de Obama implique un acercamiento tras 46 años de embargo

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Cuba celebra sus 50 años de revolución sin grandes fastos

Cuba celebra este 1 de enero el medio siglo del triunfo de la revolución, que convirtió a la isla en un estado comunista, con un acto central en Santiago de Cuba y diversas actividades de ocio que se vienen desarrollando desde hace días pero sin grandes fastos, tras un año muy difícil para la economía de la isla y en el que la salud de su precursor, Fidel Castro, sigue delicada.

Será su hermano, el presidente Raúl Castro, quien pronuncie el discurso institucional desde el mismo balcón desde el que su hermano mayor proclamó la victoria de la revolución tras huir del país el dictador Fulgencio Batista en las primeras horas de la mañana del 1 de enero de 1959.

El primer día de 2009, Santiago de Cuba, la segunda ciudad del país, se convierte en el escenario de la celebración principal por los 50 años del acontecimiento que cambió el rumbo de la isla, con un acto que se prevé breve y, salvo sorpresa de última hora, no tendrá un alto perfil.

Los amigos del régimen, ausentes

En él no está prevista la participación del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, principal socio económico y aliado de la isla, que ya ha anunciado un "tremendo acto" para celebrar la efeméride en un lugar de su país que no desveló. Tampoco estará el jefe de Estado boliviano, Evo Morales, junto a Chávez, el presidente más cercano al Gobierno de La Habana.

Tampoco está prevista la presencia de Fidel Castro, que, a sus 82 años, vive en un estado de semi-reclusión desde que en julio de 2006 se sometiera a una cirugía intestinal por una enfermedad no revelada.

Los diarios de la isla, todos en manos del Estado, han publicado en las últimas jornadas todo tipo de reseñas sobre los días que precedieron al triunfo del alzamiento encabezado por Fidel Castro contra la dictadura de Fulgencio Batista, y la televisión ha estado haciendo constantes menciones a la época.

Las calles de La Habana muestran carteles con lemas de apoyo a la revolución y ensalzando el medio siglo del proceso político, con la figura de Fidel Castro como elemento protagonista, y frases como: "50 años más".

Uno de los conciertos previstos se desarrollarán frente a la Sección de Intereses de los Estados Unidos, la que fuera sede de la embajada de EE.UU. hasta que rompió relaciones diplomáticas en enero de 1961 después de que Castro nacionalizara las propiedades estadounidenses. 

50 años después

Aunque la asunción del poder por parte de Raúl Castro ha supuesto un mínimo aperturismo, muchos cubanos creen que mientras que Fidel esté vivo, no será capaz de reformar la economía cubana o su sistema político de manera signficativa.

 

Otros dudan de que realmente Raúl Castro quiera hacer muchos cambios y creen que las primeras reformas que impulsó, como autorizar la venta de teléfonos móviles y ordenadores, estaban destinadas principalmente a lograr el favor de los cubanos más escépticos. 

La revolución de Cuba llega a su 50 aniversario en un momento de transición. Fidel Castro está al margen después de dirigir Cuba durante 49 años, mientras que su archienemigo, Estados Unidos, puede estar a punto de dar un giro a su política respecto a la isla. 

En este sentido, el presidente electo, Barack Obama, ya se ha mostrado favorable a aliviar los 46 años de embargo comercial de EE.UU. hacia Cuba y está abierto a conversar con los dirigentes cubanos y a considerar la posibilidad de avanzar hacia la normalización de las relaciones. Ambos Castros han dicho con cautela que las conversaciones son posibles. 

En lo que respecta a la población, entre los jóvenes cubamos es cada vez mayor el clamor para poner fin a cinco décadas de penurias económicas y ven la mejora de las relaciones Cuba-EE.UU. como una posible salida. 

En los Estados Unidos, una encuesta reciente mostró que por primera vez una mayoría de cubano-americanos residentes en Miami, centro del exilio cubano y del sentimiento anti-castrista están a favor de poner fin al embargo. 

Como Raúl Castro dijo a la Asamblea Nacional, "vivimos en un período radicalmente diferente de la historia".