El robot explorador 'Spirit' cumple cinco años sobre la superficie de Marte
- Como su gemelo Oddisey, llegó para cumplir una misión de tres meses
- Los vehículos han logrado pruebas de la existencia de agua en Marte en el pasado
- Sufren un gran desgaste por las condiciones climatológica marcianas
- Aún así, siguen funcionando y realizando nuevas misiones
Llegó para quedarse apenas unos meses pero ya lleva un lustro sobre la superficie marciana. Y es que este sábado se cumplen cinco años de la llegada a marte del robot Spirit, enviado por la NASA para probar la existencia en el pasado de agua en el planeta rojo.
Fue el 3 de enero de 2004 cuando el Spirit alcanzó con éxito la superficie de Marte. 21 días después lo hizo su gemelo, el Opportunity.
La 'esperanza de vida' de estos vehículos autónomos de seis ruedas y del tamaño de una lavadora no iba más allá de los 90 días.
Pero, sorprendentemente, han logrado mantenerse activos durante cinco en medio de las adversas condiciones de Marte, lo que ha supuesto una sorpresa para todos.
Pruebas de la existencia de agua en Marte
En estos cinco años de permanencia en Marte, los robots han llevado a cabo importantes descubrimientos. El más destacado llegó apenas dos meses después de su aterrizaje y fue el hallazgo de pruebas que confirmaron la existencia de agua en el pasado del planeta rojo.
Además, han enviado 250.000 imágenes, han recorrido más de 21 kilómetros y han transmitido más de 36 Gigabytes de datos a través del orbitador Mars Oddisey.
El Spirit se encuentra en la actualidad explorando una extensa depresión de 150 kilómetros de ancho conocida como el cráter de Gusev, donde ha encontado abundancia de rocas que prueban la exposición al agua.
Mientras, el Opportunity está al otro lado del planeta, en una región llama conocida como Plano Meridiano. Sus datos han demostrado de forma concluyente que Marte contuvo agua líquida en su superficie.
"Estos robots son increíblemente resistentes, teniendo en cuenta que las condiciones meteorológicas extremas dañan su hardware cada día", ha manifestado John Callas, director de proyecto del laboratorio de propulsión jet de la NASA en Pasadena, California.
En la Nasa son conscientes de que estas condiciones extremas -que incluyen oscilaciones termales de hasta 120 grados centígrados- podrían producir en cualquier momento un fallo "y poner fin a la misión sin previo aviso aunque por otra parte también podríamos conseguir para cada robot el equivalente en duración a cuatro misiones principales a lo largo del año 2009".
Signos de desgaste
De hecho, ambos robots sufren ya varios signos de desgaste. El Spirit tiene una rueda atascada, por lo que tiene que caminar hacia atrás, mientras el brazo robótico del Opportunity sufre un fallo a causa de una rotura en un cable.
Sin embargo, el gran aliado de los vehículos han sido las violentas tormentas de polvo de la superficie marciana. A su llegada, los científicos consideraron que los paneles solares de ambos robots se cubrirían de polvo, tapando sus paneles solares y provocando que se agotara su energía.
Pero ocurrió lo contrario: los vientos huracanados limpiaron los paneles y permitieron que los dispositivos alcanzaran esta inesperada longevidad.
De hecho, el Spirit se encuentra ahora con su energía agotada y los científicos esperan que pronto vuelva a soplar el viento marciano para que lleve a cabo una nueva misión.
Para el Opportunity el próximo destino es Endeavour, un cráter de 22 kilómetros de diámetro y 20 veces más grande que el cráter Victoria, que el vehículo exploró durante los dos últimos años.