Nevada no anunciada sobre Madrid
5 de enero de 2009. Llegan los Reyes Magos a España. Este año parece que han hecho un alto en su camino desde Oriente y han cargado en sus camellos el aire frío que hace días se almacena en el centro de Europa.
Los vientos giran a noreste y el día de abrir los regalos las temperaturas comienzan un brusco descenso.
Desde entonces y hasta este viernes la dirección hacia donde se mueven los aires ha sido la clave del tiempo.
Hasta este jueves en el Cantábrico y norte de Castilla y León, seguían viniendo del noreste, manteniendo allí una constante entrada de humedad marítima y temperaturas muy bajas. El resultado, entre otras ciudades, la maravillosa estampa de la Concha en San Sebastián blanca.
Mientras, en el centro de Europa, el anticiclón se desplaza un poco hacia el sur y los vientos rolan a este en el Mediterráneo. Así, el miércoles se abre un segundo flanco de precipitaciones, se tiñe de blanco Mallorca y llegan también las nevadas al sureste peninsular.
Por fin es viernes. Durante la noche la dichosa bolsa de aire frío ha formado una pequeña borrasca sobre el Mediterráneo que ayuda a impulsar los vientos marítimos (de levante) península adentro.
Los pronósticos que hicimos el jueves llevaban las nevadas por encima de 400-600 metros hasta Guadalajara, Cuenca, La Rioja, Soria. Aunque no sirva de disculpa, el error han sido 100 km y desde las 7 de la mañana nieva con fuerza en Madrid.
Se han acumulado entre cinco y diez centímetros. La temperatura se ha mantenido bajo cero toda la mañana. La capital es hoy una inmensa pista de patinaje.
Para hacernos una idea del pronóstico, esta tarde seguirán las nevadas sobretodo en un triángulo cuyos vértices están en Álava, Valencia y Girona. También se mantendrán al norte de la Comunidad de Madrid y este de Castilla-la Mancha. La cota sube de 400 a 800 metros.