Nadar entre el hielo, el deporte de invierno de los chinos
300.000 chinos se sumergen cada invierno en aguas gélidas
Aseguran que es muy bueno para la salud
Un asiduo a esta práctica dice que nunca se resfría
Unos 300.000 chinos se sumergen cada invierno en las aguas gélidas de los canales y los lagos para nadar unos minutos, una práctica habitual desde hace treinta años y que, según los nadadores, es buena para la salud.
Antes del mediodía y con los mercurios bajo cero empiezan a aparecer los primeros asiduos del lago Houhai, al noroeste de la Ciudad Prohibida y parte del entramado de canales imperiales que unen a ésta con el Palacio de Verano.
No se trata, como en otros países, de un remojón el primer día del año y con gran cobertura mediática; sus medios son humildes y su intención pragmática: ahorrarse la inasequible factura de hospital.
"Practico desde hace dos o tres años. Es bueno para la salud. Desde que nado en el hielo, nunca me resfrío ni me pongo enfermo", señala el señor Zhang, a punto de sumergirse en el agujero que abren entre los témpanos. Zhang, de 63 años y con tendencia a la hipertensión, dice que no le da miedo el frío: "Estoy acostumbrado", señala riendo.
Según datos del Club Municipal de Natación Invernal de Pekín, son más de 3.000 los asociados, que pagan entre 5 y 100 yuanes como cuota (hasta 15 dólares EEUU o 10 euros), y la mitad de ellos practica este deporte a diario sólo en la capital.
Pero en todo el país son más de 150 los clubes y aunque las cifras son difíciles de contrastar se calcula que unos 300.000 chinos son "osos polares".