Enlaces accesibilidad

Bush se despide advirtiendo a Obama sobre la "urgente amenaza" de un ataque contra EE.UU.

  • El presidente saliente considera que la seguridad nacional será el principal reto de su sucesor
  • En su última rueda de prensa, defiende su gestión y niega errores en Irak y Guantánamo
  • Advierte sobre el peligro de Corea del Norte e Irán
  • Llevará al Congreso la segunda parte del plan de rescate financiero si Obama se lo demanda

Por
La última conferencia de prensa de Bush

La amenaza de un ataque terrorista en Estados Unidos es el reto más importante al que se tiene que enfrentar Barack Obama, que tendrá que tomar decisiones duras y controvertidas en su mandato, porque ser presidente de EE.UU. no es una carrera de popularidad.

Éste es el mensaje que el presidente saliente estadounidense, George W. Bush, ha querido dejar a su sucesor en su última rueda de prensa en la Casa Blanca, en la que ha hecho una encendida defensa de su gestión y ha asegurado que cuando vuelva a su rancho de Texas será capaz de mirarse al espejo cada mañana.

"Cuando salga de aquí, estaré fuera de escena. He tenido mi tiempo ante los focos", ha sentenciado Bush ante los periodistas que le han seguido durante ocho años y con los que, en muchas ocasiones, ha tenido una relación más bien tirante.

Amenazas

En lo que supone su 'canto de cisne' como presidente de Estados Unidos, Bush ha incidido en los temas de seguridad nacional como los prioritarios para Obama y los que le seguirán, reforzando su perfil de dirigente en tiempos de guerra.

En este sentido, ha subrayado que Irán y Corea del Norte "siguen siendo una amenaza" y, por tanto, pertenecen aún al llamado 'eje del mal'.

Sobre el antiguo tercer vértice de ese triángulo, Irak, ha reconocido que "no está seguro de si la democracia sobrevivirá" y ha vuelto a insistir que su mayor error -formal, eso sí- fue decir "misión cumplida" en un portaaviones, anunciando de manera prematura el fin de los combates. Defensa de su gestión

Pero la rueda de prensa ha sido, sobre todo, un repaso personal a su gestión y una defensa encendida de la misma.

"No estoy en absoluto de auerdo con la afirmación de que nuestra autoridad moral se ha deteriorado", ha subrayado Bush sobre el hecho de haber emprendido una guerra en Irak sin mandato de la ONU.

Igualmente, ha defendido su decisión de no suscribir el protocolo de Kyoto y su apoyo incondicional a Israel en Oriente Medio.

En cuanto a Guantánamo, ha reconocido que "puede suscitar controversias", pero ha negado las acusaciones de tortura que han llegado de países de todo el mundo.

Consejos a los republicanos

Por último, también ha tenido palabras para su partido, el partido Republicano, al que ha pedido que sea más "compasivo" y tenga una "mentalidad abierta" en inmigración, sobre todo porque persiste la idea de que "a los republicanos no les gustan los inmigrantes".

"Este partido resurgirá, pero el mensaje del partido tiene que ser que incluya distintos puntos de vista", ha subrayado.

El mandatario estadounidense ha pedido a los republicanos que resistan al aislamiento a raíz de su derrota en los comicios del pasado 4 de noviembre, y puso como ejemplo el debate sobre la reforma migratoria.

"Obviamente es un asunto altamente polémico. Y el problema con el resultado de la ronda inicial del debate fue que alguna gente dijo: bueno, a los republicanos no les gustan los inmigrantes", ha señalado el mandatario.