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El fiscal general de Obama reconoce que EE.UU. practicó la tortura durante la Administración Bush

  • Eric Holder califica de esta forma el uso de la asfixia simulada
  • La CIA ha usado este método para interrogar a sospechosos de terrorismo
  • Bush autorizó estas tácticas y se negó a calificarlas como tortura
  • Holder confirma que cerrará Guantánamo pero subraya que llevará tiempo

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Holder realizar su juramento en el inicio de la comparecencia de confirmación del Senado.
Holder realizar su juramento en el inicio de la comparecencia de confirmación del Senado.

"Las asfixias simuladas son tortura". De esta forma tan contundente se ha pronunciado Eric Holder, el candidato de Barack Obama para ser el próximo fiscal general de Estados Unidos , en lo que supone una clara condena a los interrogatorios practicados por la CIA contra sospechosos de terrorismo con el visto bueno de la Administración Bush.

La asfixia simulada es una técnica que consiste en echar agua en el rostro del prisionero, que al inhalarla tiene la sensación de que se va a ahogar.

Los dos últimos fiscales generales de Estados Unidos evitaron decir si esa práctica cumple los requisitos legales que la convierten en tortura.

El demócrata Patrick Leahy, quien preside el Comité Judicial, ha preguntado a Holder si el presidente de Estados Unidos tiene la autoridad para dar inmunidad a las personas que cometieron actos de tortura.

"Nadie está por encima de la ley",  ha respondido Holder.

Sus declaraciones suponen un cambio claro con respecto a la política del gobierno de George W. Bush, que ha dicho repetidamente que Estados Unidos "no tortura", pero no ha entrado a definir qué constituye tortura.

Guantánamo

Llegan después de que Susan Crawford, quien supervisa los juicios ante los tribunales militares especiales de los supuestos terroristas detenidos en Guantánamo, reconociera que uno de ellos, Mohammed al Qatani, fue torturado.

Además, Holder ha reiterado que la prisión de Guantánamo será cerrada por la Administración de Obama, pero hacerlo "llevará un período extenso de tiempo" debido a que hay que decidir qué hacer con los 250 reclusos, que no pueden ser juzgados pero se sabe que son peligrosos.