La fiscalía pide 33 años de prisión para un hombre que dejó tetrapléjica a su mujer
- José Luis R.G. le propinó una brutal paliza a su ex mujer en 2006
- Los hijos presenciaron cómo su padre dejó inconsciente a su madre
- Los psicólogos aseguran que el acusado no tiene ningún trastorno mental
- María Antonia R.L. se siente como una carga para sus hijos
- El juicio ha quedado visto para sentencia
María Antonia R.L está en silla de ruedas por culpa de su ex marido. El 28 de junio de 2006 le dio una brutal paliza que no olvidará nunca.
La Audiencia Provincial de Madrid ha juzgado a José Luis R.G., el presunto maltratador de su ex mujer, María Antonia R.L, sobre quien pesaba una orden de alejamiento.
José Luis R.G ha asegurado que la agresión se produjo en defensa propia, mientras, la víctima ha manifestado que su marido quería matarla y que la ha maltratado durante los 30 años que duró su matrimonio.
En el juicio, que ha quedado visto para sentencia, el fiscal ha pedido 33 años de prisión por un delito de violencia doméstica, asesinato en grado de tentativa, lesiones, maltrato en el ámbito familiar, quebrantamiento de condena y allanamiento de morada.
José Luis R.G irrumpió en la habitación de la víctima armado con un cuchillo para acabar con la vida de su ex mujer, pero una de sus hijas consiguió arrebatarle el arma. Los hijos, de 16 y 17 años, presenciaron cómo su padre golpeó a su madre hasta dejarla sin conocimiento.
Por su parte, los psicólogos han asegurado que José Luis R.G. no tiene ningún trastorno mental.
Confiesa que la estranguló
El presunto maltratador ha confesado durante el juicio que presionó el cuello de la víctima "contra la pared hasta que se desmayó" y que cuando dejó de respirar, se marchó al domicilio familiar, donde tuvo lugar la agresión.
A pesar de haber incumplido una órden de alejamiento, José Luis R.G. ha sostenido que la agresión se produjo en defensa propia: "Era cuestión de supervivencia", ha asegurado. Ha argumentado que su mujer le había amenazado con contratar un sicario para matarle, versión que ha desestimado la fiscalía.
El acusado se siente inocente. "Me he sentido discriminado. Me siento inocente de todo, salvo del quebrantamiento de la orden de alejamiento y allanamiento de morada".
Por su parte, la víctima, de 48 años, ha relatado que conocía perfectamente el plan de su marido. "Su intención era asesinarme, ir a la cárcel y los niños, a un centro de tutela de la Comunidad de Madrid. Que ninguna de las familias se quedaran con la custodia. Hizo un testamento vital. Con ese fin", ha explicado.
Durante su matrimonio, que duró 30 años, el acusado sometía a la víctima a "un trato degradante y humillante", lo que empeoró cuando Antonia le comunicó en 2005 su intención de separarse para "no prolongar un matrimonio que no era tal", según la declaración de la mujer, Antonia R.L. Ella cuenta cómo el día en que llegó la carta de divorcio, José Luis le advirtió que aquello era su "sentencia de muerte".
Una carga para sus hijos
María Antonia R.L recuerda muy poco de aquel dramático día. "Lo único que recuerdo son unos golpes lejanos, unos ruidos y luego ya las aspas del helicóptero que me llevaba al hospital de parapléjicos de Toledo", ha asegurado la víctima en el juicio.
En cambio, no olvida los malos tratos "físicos y psíquicos" que padeció durante su matrimonio. Tenía "asumido" que me mataría, ha señalado.
"Yo sé, porque lo conozco, que cuando él se propone algo lo lleva adelante. Antes o después, de una forma u otra, lo hace", apuntó. La maltratada cree que trató de matarla por el hecho de que un mes antes anuló la tarjeta Visa que valía de sustento económico de su ex marido, quien no trabajaba, dado que "no podía pagar un gasto mensual de 500 ó 600 euros".
Contra sus planes, José Luis no acabó el 28 de junio con la vida de su ex mujer, pero la dejó tetrapléjica. Esta reconoció que tiene sentimiento de culpa hacia sus hijos. "Siento que soy una carga para ellos. Necesito a alguien que me ayude todo el día. No puedo hacer nada", se lamentó