Barack Obama: "Hemos escogido la esperanza sobre el miedo"
- Así te hemos contado la investidura minuto a minuto
- Barack H. Obama ha jurado como presidente de Estados Unidos
- Una multitud de compatriotas, incluyendo cientos de personalidades, han asistido al acto
- En su discurso, ha exhortado a los ciudadanos a afrontar los "graves desafíos" del país
- Después, en el almuerzo, el senador Ted Kennedy ha sufrido un colapso
- Por la tarde, ha desfilado desde el Capitolio hasta la Casa Blanca, su nuevo hogar
- Desde este miércoles, deberá pasar de las palabras a los hechos y empezar a gobernar
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Barack Hussein Obama es presidente de Estados Unidos desde el mediodía del martes 20 de enero. Antes incluso de que prestara juramento. Así lo marca la Constitución americana. Haya jurado o no. Y no lo hizo hasta cinco minutos después de las doce. Ante el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, que confundió las palabras por los nervios. Ante los cerca de dos millones de personas que se apiñaban en el Mall de Washington. Tres kilómetros a rebosar.
La marea humana ha enloquecido cuando su presidente aparecía en las escalinatas del Capitolio. Han desafiado los cinco bajo cero que congelaban la ciudad. Muchos miles de ellos pasaron la noche al raso para coger sitio. El metro cerrado hasta las cinco de la madrugada. Los controles de seguridad, exhaustivos. Algunos de los 5.000 afortunados que tenían entrada en primera fila han tirado la toalla, como una embarazada que lloraba de desesperación. Treinta niños se han perdido de sus padres. La policía no ha tenido que realizar arrestos.
La multitud también han llorado, pero de alegría, al ver cumplirse el sueño de Martin Luther King. El hijo de un hombre que hace 60 años ni siquiera hubiera podido servir en un restaurante de la capital, tomaba el juramento sagrado de defender, proteger y preservar la Constitución. Su mujer, Michelle Obama, vestida de dorado por la diseñadora cubano-americana, Isabel Toledo, ha sido la primera en besar al nuevo presidente. Música de John Williams, voz de Aretha Franklin y poesía de Elisabeth Alexander.
Esperanza, responsabilidad y unidad, los ejes de su discurso de investidura
Obama ha retomado el mensaje de Franklin Delano Roosevelt en los 20 minutos que ha durado su discurso. Los tiempos que corren son tan difíciles como los de la Gran Depresión y el miedo paralizante es lo único que hay que temer para salir del pozo. "En este día, hemos escogido la esperanza en lugar del miedo, la unidad de propósito en lugar del conflicto y la discordia", ha exhortado a sus ciudadanos.
"Los desafíos que afrontamos son reales. Son graves y son muchos", reconoce el 44 presidente, el primero afroamericano. "Producto de la codicia e irresponsabilidad de algunos, pero también del fracaso colectivo a la hora de preparar a la nación para una nueva era", ha comentado, aludiendo a la crisis.
No será gratis superar los retos. Habrá que ganarse a pulso la recuperación. "Desde hoy, debemos sacudirnos el polvo y empezar a trabajar para reconstruir América". Y el éxito de la empresa, matiza, no se medirá con el PIB. sino en el alcance de la prosperidad, en la habilidad para extender las oportunidades. Obama se compromete a rendir cuentas para restaurar la confianza entre el gobierno y el pueblo.
El presidente ha tendido la mano al mundo y se compromete a liderarlo de nuevo. Sin violar las leyes y los principios. Todo un varapalo a George W. Bush, que escuchaba atento junto a su padre, los Clinton y Carter: "Nuestro poder por sí solo no puede protegernos, ni nos autoriza a hacer lo que nos dé la gana. No bastan los tanques y misiles. También son precisas las alianzas sólidas, la fuerza del ejemplo, la humildad". Obama promete al mundo musulmán buscar "un nuevo camino, basado en el interés y respeto mutuo".
Susto en el almuerzo
Como en las buenas películas americanas, el día ha contado con un guión de hierro, un héroe y un final feliz. Tras la ceremonia en la colina del Capitolio, se ha servido el almuerzo en el Congreso. El senador Ted Kennedy, que padece cáncer cerebral, ha sufrido un ataque.
Obama mismo le ha acompañado mientras le sacaban de la sala en camilla de camino al hospital. De vuelta, su rostro se había ensombrecido. "Parte de él está conmigo". No en balde, Ted Kennedy le pasó el testigo generacional en la convención demócrata que le nominó a la presidencia.
La angustia se ha despejado en el desfile por Pennsylvania Avenue, camino de la Casa Blanca. Le ha llegado la noticia de que Kennedy será dado de alta el miércoles y ya se encontraba mejor. Obama se ha bajado del coche, el USA 1, y ha recorrido a pie unos metros, junto a su esposa, saludando a la gente. Pánico en el Servicio Secreto y delirio en las 300.000 personas apostadas en la acera.
Desfile, mudanzas y regalos
Los Obama han entrado finalmente en su nuevo hogar, la Casa Blanca. Han encontrado su ropa cuidadosamente colgada, sus fotos sobre las mesillas, sus efectos personales perfectamente dispuestos. Incluso los peluches y el póster de los Jonas Brothers de sus dos hijas, Sasha y Malia.
Un centenar de profesionales se han encargado de hacer la mudanza en menos de cinco horas. Las que median desde que los Obama salieron de la Casa Blanca por la mañana, tras tomar un té con los Bush, hasta la vuelta, ya como primera familia. El viaje ha durado en realidad dos años, desde que Obama se lanzó a la carrera presidencial en Springfield, Illinois, como su admirado Lincoln.
El matrimonio Bush se ha despertado por última vez en el 1600 de Pennsylvania Avenue. Se han despedido del personal de servicio. Laura ha recibido un regalo de Michelle: un diario encuadernado en piel y una estilográfica con la fecha grabada: 20 de enero de 2009. Bush ha dejado en el Despacho Oval una nota en sobre cerrado para Obama. Ya son historia. Viajan en helicóptero camino de su nueva casa en Texas.
De las palabras a los hechos
Acabados los fastos, Obama nombrará este miércoles a George J. Mitchell enviado para Oriente Medio y se reunirá con sus asesores de Seguridad Nacional para "devolver Irak a su pueblo" y "acabar sabiamente" con la guerra de Afganistán. A final de semana, firmará el decreto para cerrar la prisión Guantánamo. Si en una legislatura consigue pergeñar todo esto y salir de la crisis económica, podrá mirar a Lincoln de igual a igual.