Tres pilotos mueren en un accidente de dos aviones militares en Albacete
- Los cuerpos sin vida han sido hallados en Ossa de Montiel
- Los pilotos fallecidos tenían entre 29 y 33 años
- Los aviones realizaban prácticas de vuelo ordinarias
- Los aviones son Mirage F-1 y se desconocen las causas del siniestro
- Los cuerpos han sido trasladados a Albacete para su autopsia
Enlaces relacionados
Tres pilotos del Ejército del Aire, con edades comprendidas entre 29 y 33 años, han fallecido en un accidente de dos cazas militares que realizaban prácticas de vuelo ordinarias al sur de Albacete, según han confirmado a RTVE.es fuentes del Ministerio de Defensa.
El siniestro se ha producido cerca de la base aérea de Los Llanos, donde se ubica el Ala 14.
En uno de los aviones siniestrado, doble mando, viajaban dos pilotos y el segundo era tripulado por un sólo militar. Desde Defensa aseguran que perdieron el contacto radárico con los aviones a las 10:15 y activaron el protocolo de búsqueda y salvamento del Ejército del Aire y de la Guardia Civil. El accidente se produjo durante un entrenamiento rutinario.
Uno de los cazas Mirage F-1 ha aparecido en la finca del Guijoso en el término municipal de Ossa de Montiel mientras que la segunda aeronave se ha localizado a 3 kilómetros de ese punto.
En torno a las 10:45 horas se localizaron los restos de uno de los aviones y el cuerpo sin vida del piloto. Poco después de las 11:00 horas se encontraron los restos del segundo aparato siniestrado y los cadáveres de los dos pilotos que viajaban en el mismo.
Jóvenes pilotos
El Ministerio de Defensa ha difundido las identidades de los tres pilotos fallecidos. Uno de ellos era el capitán Jerónimo José Carbonell Rodríguez, piloto de la 56ª promoción de la Academia General del Aire. Estaba casado, tenía 29 años y era natural de Murcia.
Otro de los fallecidos es el capitán Fernando Negrete Usón, piloto de la 52ª promoción de la Academia General del Aire. Estaba casado y con dos hijos, tenía 33 años y era natural de Zaragoza.
El tercero de los fallecidos es el teniente Roberto Carlos Álvarez Cubillas, piloto de la 59ª promoción de la Academia General del Aire. Soltero de 29 años, natural de León, que estaba como alumno del curso de pilotos de Mirage F-1.
Según el Departamento que dirige Carme Chacón, el capitán Carbonell pilotaba uno de los aviones siniestrados, y el capitán Negrete y el teniente Álvarez viajaban en el otro aparato.
A primera hora de la tarde, el juez ha ordenado el levantamiento de los cadáveres de los tres militares fallecidos, que han sido trasladados a Albacete para que los forenses les realicen las correspondientes autopsias, según ha informado el Ministerio de Defensa.
Además, como es habitual en estos casos, se han desplazado hasta el lugar del accidente miembros de la Comisión Técnica de Investigación de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) para analizar los restos de los dos aparatos e intentar determinar las causas del siniestro.
Mal tiempo
Un periodista de RNE desplazado en la zona ha asegurado que las malas condiciones climatológicas de Albacete han podido influir en este siniestro, del que aún se desconocen las causas, según ha confirmado a RTVE.es el Ministerio de Defensa. No obstante, según fuentes del Ejército del Aire, los tres pilotos eran experimentados. Una de las hipótesis que se baraja es que las dos aeronaves pudieran haber chocado entre sí durante el vuelo.
La ministra de Defensa, Carme Chacón, y el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda han dado su pésame y sus condolencias a los familiares de los fallecidos, aunque la familia del teniente Roberto Carlos Álvarez Cubillas, natural de León, aún no ha llegado a la base, donde se instalará la capilla ardiente.
Chacón y Barreda se han desplazado hasta el lugar de los hechos para conocer de primera mano lo ocurrido.
Este tipo de aeronaves se emplearon por España durante el año 2005 en los Países Bálticos realizando misiones de policía aérea, bajo los auspicios de la OTAN. En los últimos 25 años 13 militares han muerto en accidentes en estas aeronaves.
Fuerte explosión y gran humareda
El accidente ha ocurrido en la finca de un conocido empresario vinícola de Albacete. Según testigos presenciales, el siniestro ocurrió minutos antes de las10:00 en la finca de 3.000 hectáreas de El Guijoso, propiedad del empresario vinícola Eduardo Sánchez Muliterno.
El capataz de la finca, Doroteo Cañas, ha contado a Efe que oyó una "fuerte explosión" y vio una "gran humareda" a una distancia de dos kilómetros del lugar del siniestro, aunque no pudo precisar si los dos aviones chocaron en el aire.
Rocío, la enóloga de la finca, ha explicado que vio una gran bola de fuego en forma de seta y mucho humo a varios kilómetros de distancia.