Obama nombra al ex senador George Mitchell como enviado especial a Oriente Medio

• Es un veterano mediador en conflictos como el de Irlanda del Norte
• Ya actuó como enviado del presidente Clinton en los territorios palestinos
• Mitchell, de 75 años, fue líder de la mayoría demócrata en el Senado en los noventa

El senador Goerge Mitchell en 1993, cuando ejercí como líder de la mayoría demócrata en el Senado, charlando con la entonces primera dama, Hillary Clinton, que ocupará la Secretaria de Estado con Barack Obama.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha nombrado enviado especial a Oriente Medio al ex senador Goerge Mitchell, un experto mediador que lideró la mayoría demócrata en el Senado a principios de los noventa.

El nombramiento de este veterano mediador internacional, conocido sobre todo por su labor en Irlanda del Norte, aunque también tiene experiencia en Oriente Medio, revela el elevado grado de compromiso que Obama quiere establecer en su administración respecto a Oriente Medio, según los analistas.

"Este es un tremendo indicio de su deseo de asegurar de una vez por todas una paz entre palestinos e israelíes y de que sabe que es la clave de otras muchas dificultades que hemos tenido en Oriente Medio", explica Gregory Orfalea, experto en relaciones entre árabes y estadounidenses de la Universidad de Georgetown.

Mitchell, de 75 años, ya actuó como mediador entre israelíes y palestinos para el ex presidente Bill Clinton en 2001; entonces, abogaba por detener la creación de nuevos asentamientos israelíes y por prevenir al mismo tiempo los ataques palestinos, castigando a los grupos que los perpetraran.

Su primer reto será afrontar la crisis de Gaza, de donde las tropas de Israel siguen retirándose tras 22 días de ofensiva que ha dejado más de 1.200 muertos.

Nacido en Waterville, en el Estado de Maine, Mitchell es el cuarto hijo de un conserje de origen irlandés y su esposa libanesa. Fue senador por su estado natal de 1980 a 1994 y, como mediador en Irlanda del Norte, interrumpió las conversaciones entre católicos y protestantes para después impulsar los acuerdos de Viernes Santo, en 1998.