Más de 300 personas paralizan el desalojo de un edificio ocupado en Madrid
- El Juzgado había ordenado el desalojo para este jueves
- La Policía Nacional no ha acudido al edificio a pesar de la orden
- Desde el centro temen que se ejecute con "nocturnidad y alevosía"
- Acusan a la justicia de "negligencia" por no tramitar el recurso
- Reconocen que el inmueble es privado pero dicen que su uso debe ser dotacional
- Asociaciones y ONG reclaman la expropiación para que continúe su labor social
Más de 300 personas se han concentrado a las puertas de "El Patio de Maravillas", un edificio ocupado situado en el madrileño barrio de Malasaña, para evitar el desalojo del inmueble que el Juzgado de Instrucción número 48 de Madrid había ordenado para este jueves.
En principio, la protesta ha conseguido paralizarlo, aunque temen que la orden judicial se ejecute con "nocturnidad y alevosía". Así lo ha asegurado a RTVE.es Antonio García, el portavoz de este centro que denominan "Espacio Polivalente Autogestionado", para quien la "masiva" presencia de jóvenes y vecinos del barrio ha evitado que se lleve a cabo una "injusticia enorme".
La falta de medios y de seguridad para llevar a cabo el desalojo han sido los motivos, según los Juzgados de Plaza de Castilla, por los que finalmente se ha paralizado.
A ritmo de samba y tambores y coreando el lema ocupa por excelencia, "Un desalojo, otra ocupación", las personas concentradas han defendido la permanencia del centro desde la calle y también desde dentro del edificio, situado en el número ocho de la calle Acuerdo. Asomados en las ventanas, gritaban que no iban a salir de él.
Ha habido espectáculo incluido para amenizar la espera: dos jóvenes se han lanzado desde el último piso haciendo rappel. Además, se han instalado varias webcams en el interior para que todo el mundo pudiera ver en directo un desalojo, finalmente frustrado.
Acusan a la Justicia de "negligencia"
Todos los que han acudido a apoyar la continuidad de este centro han considerado un triunfo que finalmente no se haya desalojado. "Vamos a resistir, no vamos a abandonar el edificio", ha aseverado García, quién ha dejado claro que ninguna de las personas que se ha atrincherado en el interior a la hora prevista para el desalojo (las 9:30) estaba dispuesta a utilizar la violencia.
Acusan a la Justicia de "negligencia" porque no ha tramitado el recurso presentado a la primera orden de desalojo, que llegó en mayo de 2008.
"Nos sentimos desprotegidos por la mala gestión y el colapso judicial", ha señalado el portavoz de "El Patio de Maravillas". Ha explicado que en ese inmueble, propiedad de la empresa Grupo 2 Reunidos, no vive nadie, pero cada semana acuden cientos de personas para participar en las múltiples actividades sociales y culturales que desarrollan.
Apoyo de asociaciones vecinales y ONGs
Actividades que van desde talleres de danza y arteterapia a cursos de idiomas pasando por la fotografía y las artes plásticas. También se reúnen diferentes colecivos del barrio y asociaciones vecinales y hay un servicio de biblioteca gratuito.
Lo confirma el portavoz de la Asociación de Vecinos de Malasaña, Manuel Gambarte, que ha manifestado su apoyo al centro. Ha criticado al Ayuntamiento por no presentar ninguna alternativa a las actividades que organizan en este espacio que es utilizado, ha dicho, por el 80% de los vecinos de la zona que practican alguna actividad.
"O vienen a este centro social o no hay actividades porque el único centro municipal del barrio no organiza nada", ha manifestado este portavoz vecinal.
También desde el Comité Español de Ayuda al Refugiado, su portavoz, Mauricio Valiente, defiende la labor realizada en "El Patio de Maravillas" con la población inmigrante del barrio que, según dice, encuentra en este espacio el apoyo necesario para conseguir su integración.
Piden la expropiación del edificio
Además de oponerse al desalojo, numerosas asociaciones como la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid, Ecologistas en Acción, SOS Racismo y Médicos del Mundo, entre otros, han presentado una solicitud de expropiación del edificio ante el Ayuntamiento de Madrid, basando sus argumentos en la calificación del inmueble en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Madrid.
Aseguran que es de "uso dotacional privado", esto es, debe ser destinado a complementar servicios a la comunidad que se ofrecen desde el sector público. También han convocado para el próximo 31 de enero una manifestación para defender la permanencia del centro.