El 'monstruo de Amstetten' será juzgado el próximo 16 de marzo
- Joseph Fritzl está acusado de violar a su hija, a la que retuvo durante 24 años
- Con ella tuvo siete hijos, de los que uno murió tras su nacimiento
- Si se prueba que asesinó al niño puede caerle cadena perpetua
- Un informe psiquiátrico le declaró mentalmente apto para el juicio
Joseph Fritzl, el austriaco que retuvo y violó a su hija Elisabeth durante 24 años, será juzgado el próximo 16 de marzo, según ha anunciado este jueves un tribunal de Austria. Fritzl está acusado de homicidio, violación, incesto, esclavitud y privación ilegal de libertad.
Según la policía, el llamado 'monstruo de Amstetten' ha confesado haber encarcelado en un sótano y haber violado a su hija y que él es el padre de sus siete hijos, de los cuales viven seis.
Sin embargo, Fritzl ha negado que asesinara a uno de los niños, que murió poco después de nacer y cuyo cuerpo incineró. Si el tribunal le considera autor de asesinato podría condenarle a cadena perpetua.
El proceso contra Joseph Fritzl, de 73 años, se llevará a cabo en el tribunal regional de Saint Plten, lugar en el que el acusado permanece arrestado y que se ubica 80 kilómetros al oeste de Viena.
Mentalmente apto para el juicio
El juicio durará cinco días y con probabilidad será cerrado al público, según la agencia austríaca APA, aunque los detalles se darán a conocer este viernes.
El acusado fue sometido el pasado año a un informe psiquiátrico que le declaró mentalmente apto para el juicio.
El caso del 'monstruo de Amstetten' se dio a conocer el pasado 27 de abril, cuando Kernstin, nacida de la relación incestuosa entre Fritzl y su hija, fuera trasladada a un hospital al encontrarse gravemente enferma. Allí Fritzl entró en graves contradiciones lo que motivó que la Policía decidiera abrir una investigación.
El resultado de la misma conmocionó a todo el mundo, al descubrirse que tres de los hijos que Fritzl tuvo con su hija los subió a la casa familiar para educarlos como sus propios nietos mientras que los otros tres permanecieron toda su vida bajo tierra, hasta el fin del cautiverio.