Sony despedirá a 17.000 empleados ante las mayores pérdidas de su historia

• El gigante japonés deberá afrontar una reestructuración más profunda de lo planeado
• Registrará sus primeras pérdidas netas y operativas en 14 años
• A los 16.000 despidos previstos se suman otros mil y el cierre de una fábrica de televisores
• Los directivos han decidido rebajarse el sueldo

Sony despedirá a 17.000 personas ante sus pérdidas históricas

El gigante japonés Sony ha anunciado el despido de 17.000 empleados ante las que prevé mayores pérdidas anuales de su historia por la crisis que ha ralentizado la demanda mundial de productos electrónicos, que le obligará a una reestructuración más profunda de lo planeado.

El segundo fabricante mundial de productos electrónicos para el consumo registrará en las cuentas de 2008 sus primeras pérdidas netas y operativas en 14 años, de 1.679 millones de dólares y 2.915 millones de dólares, respectivamente.

Estas últimas son además las mayores pérdidas operativas desde que Sony comenzó en 1961 a divulgar sus resultados financieros, lo que le ha hecho anunciar, además del recorte de más de 17.000 empleos, el cierre de una fábrica de televisores en Japón y un plan de ahorro de costes por 2.800 millones de dólares a partir de 2009.

El efecto de la crisis global sobre el fabricante ha sido mayor de lo que analistas y la propia empresa esperaban, sobre todo en su división electrónica, y sus directivos han decidido rebajarse el sueldo.

"El retroceso económico que se ha experimentado en el globo ha afectado a todos en el mundo de la electrónica", ha resumido el consejero delegado de Sony, Howard Stringer, en una rueda de prensa en la que dio a conocer estos datos.

Reestructuración

Los resultados del actual año fiscal (de abril de 2008 a marzo de 2009) serán negativos en todas las divisiones pero son especialmente desalentadores en el negocio central de Sony, el electrónico, para el que ya anunció en diciembre un recorte de 16.000 empleos.

Así, la reestructuración más profunda detallada por Stringer se refiere sobre todo al negocio de los televisores, deficitario desde hace cuatro años, y supondrá el recorte de al menos mil empleos -que se suman a los otros 16.000- y la integración de dos fábricas de Japón en una sola.

Además, pondrá en marcha un programa voluntario de jubilación anticipada, los tres principales directivos se recortarán el sueldo y se rebajará en un 30%, hacia finales del año fiscal 2009, la fuerza laboral de su división de televisión en todo el mundo.