El consumo de ranas lleva a un tercio de estos anfibios al peligro de extinción
- Un millón de ranas son destinadas cada año para su consumo humano
- Una investigación alerta del peligro de sacar estos animales de su hábitat natural
- Los anfibios se han convertido "en el grupo animal más amenazado"
Cada año, un millón de ranas son extraidas de su hábitat natural para ser consumidas por los humanos, según un estudio de la Universidad de Adelaida, en Australia.
Los investigadores llegaron a esta conclusión después de analizar los datos de comercio proporcionados por Naciones Unidas. Según estos datos, los dos mayores consumidores son Francia y Estados Unidos. Detras de ellos, son los países asiáticos los que aumentan el nivel de consumo de estos anfibios.
El alto índice de consumo de estos animales ha provocado que un tercio de su población mundial se encuentre en peligro de extinción, según alerta la BBC. Entre los factores que amenazan la existencia de las ranas se encuentra, principalmente, la pérdida de su hábitat natural. Además, la caza, el cambio climático y la contaminación no ayudan a la supervivencia de las ranas. Tampoco se libran de las enfermedades. El hongo chytridiomycosis ya ha causado la extinción de algunos anfibios.
El científico José Oswaldo Cortés alerta de que en países como Colombia "la situación es muy preocupante, porque muchos de los hábitats están siendo deforestados por la necesidad de madera y pastos para el ganado". "Igualmente las fuentes de agua de las que dependen muchos de estos anfibios están siendo contaminadas", señaló Cortés.
La investigación, que se publicará en la próxima edición de la revista Conservation Biology, apunta que el comercio mundial no ha tenido en cuenta el riesgo que corre la población mundial de ranas.
"Los anfibios, el grupo animal más amenazado"
"Las ancas de rana están en los menús de las cafeterías de Europa, en supermercados de Asia y en los restaurantes de lujo de todo el mundo", asegura Corey Bradshaw, de la Universidad de Adelaida. "Los anfibios son ya el grupo animal más amenazado y el apetito humano no está ayudando a su conservación".
Según el profesor Bradshaw, Indonesia es el mayor exportador de ranas del mundo -con 5.000 toneladas al año- y uno de los mayores consumidores. "Nos preocupamos porque en Indonesia se ha producido el mismo declive poblacional inducido por la caza que el experimentado en otras partes del mundo, principalmente en Francia y EE.UU., donde especies como la rana draytonii está desapareciendo", aegura Bradshaw.
"También preocupa la ausencia de datos esenciales para controlar a las poblaciones salvajes", afirma el profesor. Los investigadores sugieren establecer un esquema de certificación para que los exportadores tengan que demostrar que los animales han sido cazados de manera sostenible.
En cualquier caso, los expertos señalan que una gran proporción del comercio de anfibios se hace de manera ilegal y los funcionarios de aduanas no cuentan con el equipo adecuado para reconocer los envíos ilegales.