China se prepara para la llegada del 'Año del Buey' entre el temor a la crisis
- Este lunes comienza el año nuevo en China
- El estruendo de cohetes llena las calles de Pekín en vísperas de la celebración
- En España más de 125.000 chinos conmemoran el nuevo año
- El buey representa la honestidad, la honradez y el trabajo
- Los últimos datos económicos evidencian que China es vulnerable a la crisis
Este lunes 26 de enero dará comienzo en China el Año del Buey (o del Toro) según el calendario lunar. El país asiático celebra, de este modo, una fiesta equvalente a la navidad occidental.
"Happy niu year" es la frase más repetida en las calles de China durante estos días. Es un juego de palabras que mezcla la felicitación en idioma inglés y la palabra "niu", que signfica "buey" en mandarín.
El tronar de los fuegos de artificio en las calles de Pekín ha servido como adelanto de la llegada del nuevo año. Los más populares en esta ocasión son versiones en miniatura de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín.
Desde hace unos días ya han comenzado las tradicionales ferias de año nuevo en los templos budistas y taoístas de China. En ellos se venden objetos de la buena fortuna, se pieden deseos para el año nuevo y se disfruta de las actuaciones de sombras chinescas, marionetas chinas o de la danza del león.
La llegada del año supone también un aluvión de millones de mensajes de móvil de felicitación en el país que más usa el celular, con cerca de 600 millones de unidades, mientras que la gala de la Televisión Central China es el programa con mayor audiencia del año.
Año nuevo en familia
El año nuevo se celebra en familia, por lo que 200 millones de inmigrantes que trabajan en las urbes abarrotan estaciones y trenes, y a pesar de las gélidas temperaturas de este año y del desempleo que ha traído la crisis, están previstos 2.320 millones de desplazamientos.
La crisis también ha afectado la cuantía de dinero que se introduce en los "hong bao", los sobrecitos rojos que se regalan a los familiares estos días.
Los comercios han cerrado este domingo, cuatro horas antes de lo habitual, para que todos tengan tiempo de preparar el ágape de año nuevo, cargado de simbología para atraer la fortuna material.
Un manjar habitual son los tradicionales "jiaozi", las empanadillas chinas al vapor rellenas de verduras y carne que, como los rollitos de primavera, representan la riqueza.
Las mandarinas, naranjas y pomelos no pueden faltar en la mesa, ya que sus nombres en mandarín se asemejan a las palabras "suerte", "riqueza" y "tener".
Servir un pollo entero representa la unión de la familia; los tradicionales fideos largos, la longevidad, por lo que no es recomendable cortarlos; y el pescado representa la "abundancia", también por semejanza fonética.
El pescado se debe servir entero, con cabeza y cola, para invocar un buen final y comienzo de año.
De esta manera, China dice adiós a su año de la Rata, el año en el que celebró sus primeros Juegos Olímpicos, sufrió su peor terremoto del siglo, los tumultos en el Tíbet, celebró su primer paseo espacial y sintió en sus carnes el impacto de la crisis.
El año nuevo lunar chino se celebra en China, Taiwán, Corea, Mongolia, Nepal, Bután, Vietnam y en países con grandes colonias chinas como Singapur, Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia.
Celebración en España
También en España se celebra esta fiesta, ya que la comunidad china en el país ronda las 125.000 personas.
En la Comunidad de Madrid, donde viven unos 38.000 chinos, se han llevado a cabo este domingo actos relativos a la llegada del Año del Buey.
Un dragón dorado de quince metros de largo y dos dragones rojos han recorrido la calle Preciados de Madrid, como parte de un desfile en el que han participado más de 40 actores con motivo del chuxi o último día del año chino.
El desfile ha finalizado frente al reloj de la Puerta del Sol al grito de "Feliz año nuevo" en chino y castellano.
Según Jenny Shen, secretaria general de la Asociación de Intercambio Arte Cultural Hispano-China, el buey es una animal que representa "la honestidad, la honradez y sobre todo mucho trabajo", algo que será necesario "para salir de esta crisis".
Las celebraciones del año nuevo en China duran quince días y, por esa razón, el Palacio de Deportes de Madrid celebrará este jueves el Gran Festival de Año Nuevo, que incluirá espectáculos protagonizados por ciudadanos chinos residentes en España.
Temor ante la crisis
Pero el año que comienza puede no ser tan feliz para la población china, si nos atenemos a las últimas informaciones relativas a la situación económica, que empieza a ser preocupante en el país asiático.
Los datos económicos relativos a 2008 evidencian que China es vulnerable a la crisis, con un crecimiento del PIB del 6,8% en el último trimestre del año, que arrastró la media anual hasta un 9%, la más baja desde 2001.
La crisis en Estados Unidos, Europa y Japón ha motivado el descenso de pedidos a las factorías exportadoras chinas, muchas de las cuales han tenido que cerrar, incrementando el desempleo. Más de 8 millones de obreros inmigrantes han sido despedidos y, según un estudio oficial, la tasa de paro real en China está en el 9,4%.