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Bolivia aprueba su nueva Constitución con fuerte rechazo de las regiones más ricas

  • Los resultados oficiosos dan la victoria a Evo Morales por un 60%
  • El presidente celebra la "refundación" boliviana entre llamamientos a la unidad
  • La gobernadora de un estado opositor llama a la "desobediencia"
  • El documento propugna un país plurinacional y la integración indígena

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Bolivia aprueba la Constitución impulsada por Evo Morales

Bolivia ha aprobado la nueva Constitución impulsada por su presidente, Evo Morales, según los primeros resultados oficiosos del referéndum, que confirman la ruptura política del país entre las regiones autonomistas que han rechazado el texto y los sectores indígenas.

Morales ha saludado la noticia diciendo que "hoy se refunda una nueva Bolivia con igualdad de oportunidades" para todos, mientras que los gobernadores de la oposición han pedido un nuevo "pacto nacional" para revisar el nuevo texto e incluso han llamado a "desobedecerlo". La votación, desarrollada sin incidentes, ha sido la primera en la historia sobre una Constitución en un país que ha tenido 15 desde su independencia en 1825.

A falta de datos oficiales --tampoco se conoce la participación--, se dan por válidas las proyecciones de las grandes cadenas con los resultados algunas mesas representativas, que coinciden en dar alrededor del 60% al . No obstante, en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, las regiones conocidas como la Media Luna, ha ganado el no.

Ante miles de sus seguidores en la plaza de Murillo de La Paz, Morales ha celebrado el triunfo y ha hecho varios llamamientos a la unidad de los bolivianos, comprometiéndose a coordinarse mejor con los prefectos (gobernadores) para poder aplicar la nueva Carta Magna y crear lo que llamó un "Consejo para las Autonomías".

No obstante, ha aclarado que en el referendo no se ha producido empate alguno, sino una "clara" victoria de su propuesta.

La oposición rechaza el nuevo marco

En Santa Cruz, el motor económico del país, su gobernador, Rubén Costas, ha pedido "un gran pacto nacional" porque el "mandato del pueblo (cruceño) no puede ser negado por la soberbia del proyecto" del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS). En Tarija, la región petrolera de Bolivia, el gobernador, Mario Cossío, también habló de "la necesidad y el deber moral de construir" el consenso sobre el texto constitucional.

Según los sondeos extraoficiales, además de las regiones de Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando, donde el rechazo al proyecto de nueva Carta Magna ha sido contundente, en Chuquisaca también hay un triunfo del no, aunque por un margen mínimo.

Allí, la gobernadora indígena Savina Cuéllar ha sido más dura y ha llamado incluso a la "desobediencia" desde la plaza de Armas de Sucre. Precisamente, Sucre fue el centro de la oposición al nuevo texto constitucional, reclamando en balde que la ciudad recuperase su condición de capital del país.

Casi cuatro millones de bolivianos estaban llamados a votar el texto de 411 artículos que propugna un modelo de estado plurinacional, autonómico, de integración indígena y con una economía estatista. El texto contempla cuatro niveles de autonomía: departamental (con 36 competencias exclusivas), regional, municipal e indígena.

Sin embargo, la oposición considera que el texto no contempla una verdadera descentralización y critica que se rompa el principio de igualdad para privilegiar a los grupos étnicos, entre otras cuestiones.