Penélope Cruz, glamour 'made in Spain'
Mucho ha llovido desde su su actuación en el videoclip "La Fuerza del destino" de Mecano. Un destino que le tenía reservado un futuro más que prometedor. Con 35 años, Penélope Cruz, "Pe" para los amigos, ha conseguido triunfar en la meca del cine y convertirse en la primera actriz española nominada a los Oscar y por dos veces.
No ganó la dorada estatuilla por su papel de Raimunda en "Volver". Ahora tiene otra oportunidad, gracias a su actuación en 'Vicky Cristina Barcelona', para ser la única actriz patria con un Oscar en su haber.
Su último papel, el de la neurótica María Elena en la cinta de Woody Allen, también le ha valido una nominación a los Premios Goya como mejor actriz de reparto. Si la Academia le premia, será su tercer Goya, uno de los premios que más ilusión la hace, según ella misma ha confesado. Lo ganó por sus interpretaciones en "La niña de tus ojos" y en "Volver".
Esta chica de Alcobendas (Madrid), cuyo nombre es un homenaje a Serrat, se codea de tú a tú con los grandes de Hollywood. En alguna ocasión ha revelado que en su adolescencia, antes de dedicarse a la actuación, soñaba con Almodóvar. Ahora, convertida en la nueva musa del manchego universal, se la rifan los directores.
En el 1992, en "Jamón, Jamón", de Bigas Luna, muchos vieron en Penélope algo especial. Los más destacados directores españoles han querido contar con ella en sus proyectos. Fernando Trueba, Agustín Díaz Yanes, Alejandro Amenábar o Isabel Coixet sólo son algunos de los realizadores que la han elegido para encarnar sus personajes.
De la mano de Tom Cruise aterrizó en Hollywood, donde se ha convertido en una actriz indispensable sobre las alfombras rojas. Fuera de España, comenzó con papeles flojos en películas nada destacables. Ahora comparte rodaje con Nicole Kidman y Daniel Day-Lewis en el musical "Nine" y está a la espera del estreno de la nueva cinta de Pedro Almodóvar, "Los abrazos rotos".
Celosa de su intimidad, es conocedora del interés que despierta su vida privada. Es la parte que menos le gusta de este trabajo. Dicen que Allen no invierte más de cuatro segundos en conocer a alguien y en su primer encuentro el director cayó en sus encantos. Ahora le da la oportunidad de volver a triunfar en su tierra con un nuevo Goya.