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El exclusivo club de Davos se reúne este miércoles bajo la sombra de la crisis

  • Rediseñarán un mundo posterior a la situación económica actual
  • También hablarán de Oriente Medio y la crisis alimentaria

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Arranca el Foro de Davos

En plena crisis económica global, la elite de la política y la economía mundiales se reúne a partir de este miércoles en una nueva cita en la exclusiva estación alpina suiza de Davos, convocados por el Foro Económico Mundial (FEM).

El objetivo declarado es "rediseñar el mundo posterior a la crisis" o servir de "centro de convalecencia" para diagnosticar la gravedad de las heridas causadas a la economía mundial y al propio sistema capitalista por una carrera sin freno hacia los beneficios y el choque en cadena posterior.

Precisamente la gravedad y excepcionalidad de la situación han llevado -según los organizadores del Foro- a una asistencia sin precedentes en cuanto a líderes políticos y responsables de empresas.

Durante cinco días, del miércoles al domingo, unos 40 jefes de Estado, una quincena de ministros de Finanzas, una veintena de dirigentes de bancos centrales y decenas de dirigentes empresariales, así como algunas ONGs -en total unos 2.500 asistentes- debatirán para tratar de buscar soluciones a la crisis.

El hecho de que muchos de los participantes -ahora convertidos en salvadores- hayan sido parte del problema, no abre muchas esperanzas de que de esta 39 edición del FEM salgan algo más que ideas y buenas y vacías promesas de un capitalismo más moral.

"Siempre dije que la globalización sólo sería sostenible si servía a la sociedad en general", afirmó el presidente del Foro, el profesor suizo Klaus Schwab, al presentar el evento la semana pasada.

Fueron los "participantes" en el Foro quienes siempre promovieron los principios neoliberales, y no la propia organización, que alienta "un sistema de regulación coordinado", se defendió Schwab, de las acusaciones de que el FEM siempre ha defendido con fuerza el libre mercado.

La presente edición se abrirá con un discurso oficial de apertura pronunciado por el primer ministro ruso, Vladímir Putin, nuevo en esta cita.

Unas horas antes, la sociedad civil, representada por Greenpeace y la Declaración de Berna, hará entrega, en un hotel de Davos, del tradicional "oscar de la vergüenza" a las empresas más irresponsables de 2008 a nivel social y ecológico, el galardón "Ojo Público" al que aspiran, entre otras, el banco UBS y la multinacional Nestlé.

Los asistentes

Entre los invitados políticos más relevantes del Foro figuran la canciller alemana Angela Merkel, el británico Gordon Brown y el japonés Taro Aso. También asistirá el primer ministro chino, Wen Jiabao, motivo por el cual se celebrará una manifestación de los grupos de solidaridad con el Tíbet de Suiza.

El ex presidente de EEUU Bill Clinton, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, figuran también en el programa.

Entre los latinoamericanos, México y Colombia estarán representadas por amplias delegaciones, encabezadas por sus respectivos presidentes, Felipe Calderón, y Álvaro Uribe.

Pero la flamante administración estadounidense del presidente Barack Obama estará prácticamente ausente de la cita, apenas representada por una consejera del mandatario.

En cuanto a los participantes económicos, la mayoría son directivos de empresas, mientras que los banqueros son menos numerosos que otros años, porque "tienen mucho trabajo actualmente", según los organizadores.

Los temas

Aparte de la crisis económica y financiera, algunos asuntos de política internacional tendrán su espacio en Davos, empezando por el conflicto de Oriente Medio, situado en el centro de la atención por la ofensiva israelí contra Gaza.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios, John Holmes, presentarán las grandes líneas de un informe global de evaluación de los daños y las necesidades de Gaza tras los ataques, para pedir fondos internacionales de cara a la reconstrucción.

Otros problemas mundiales, como el cambio climático, las tensiones en el Cáucaso, o la crisis alimentaria, serán asimismo objeto de debates.

Y en el intenso programa del Foro, con unas 230 sesiones de trabajo, se echa de menos en esta ocasión la presencia de celebridades que den "glamour" y color a la uniformada colección de trajes y corbatas que conforman el paisaje de asistentes.

Ni siquiera el sempiterno cantante Bono acudirá este año para presentar sus causas sociales.