El fiscal pide 4 años de cárcel por la invasión de las pistas del aeropuerto de Barcelona
- El fical ha presentado este miércoles su escrito de acusación
- Los trabajadores se enfrentan a penas de entre tres y cuatro años de cárcel
- Se les acusa de un delito contra el tráfico aéreo
La Fiscalía ha pedido este miércoles penas de hasta cuatro años de prisión para 27 trabajadores de Iberia que en julio del 2006 invadieron las pistas del aeropuerto de El Prat en Barcelona.
Esta invasión originó un caos en plena operación salida de vacaciones en el mes de agosto.
En su escrito de acusación, la fiscalía de Barcelona acusa a los trabajadores de Iberia movilizados, de un delito contra el tráfico aéreo, desobediencia grave y resistencia a la autoridad.
El fiscal ha pedido que se condene a 25 de los trabajadores a penas de tres años de cárcel y a penas de cuatro años de prisión para los dos presuntos cabecillas que alentaron las reivindicaciones.
El ministerio público ha considerado que con su actuación, los empleados provocaron la paralización total del tráfico aéreo y crearon "un grave riesgo para las aeronaves que trataban de acceder al aeropuerto o de despegar del mismo", según consta en su escrito de calificación.
Según la fiscalía la huelga se inició tras una asamblea que, en principio, tuvo un carácter pasivo, los empleados no cogían ni llevaban maletas, con lo que colapsaron las cintas de facturación y tampoco atendían a los aviones que llegaban, por lo que muchos pasajeros se quedaron horas dentro del avión antes de desembarcar.
En la asamblea, los dos cabecillas sindicales "inicitaron a los trabajadores a dar un paso más en sus reinvindicaciones mediante la ocupación de las pistas de aterrizaje y despegue, a sabiendas del riesgo que esto suponía para los usuarios" mantiene el fiscal.
Unos 400 trabajadores ocuparon las pistas destinadas al aparcamiento de los aviones, donde los imputados permanecieron varias horas. Algunos de los trabajadores invadieron también la pista segunda y tercera del aeropuerto mientras abandonaban en ellas toda clase de vehículos de Iberia para colapsar las pistas.
Para la acusación, la protesta comportó un riego para los pasajeros y para el resto de trabajadores, como se demostró cuando colisionó un avión con un vehículo abandonado de Iberia en una de las pistas.