El obispo que niega el Holocausto pide disculpas
- Richard Williamson pide disculpan al Papa en una carta publicada en un medio argentino
- Asegura sentir "pena" por el revuelo causado por sus manifestaciones a una televisión sueca
- Williamson cuestionó el Holocausto y negó la existencia de cámaras de gas
- Fue excomulgado en 1988 junto a otros cuatro seguidores de Marcel Lefebvre
- Teólogos de Alemania y Suiza han criticado a Benedicto XVI por rehabiltar a Williamson
El obispo ultraconservador británico Richard Williamson ha pedido disculpas al Papa Benedicto XVI por sus comentarios acerca del Holocausto judío.
En una carta publicada por la web argentina Panorama Católico Internacional, Richard Williamson ha comunicado al prefecto para la Congregación del Clero, el cardenal Darío Castrillón Hoyos, su "pena" por la "tremenda tormenta" que han causardo sus declaraciones a una cadena de televisión sueca el pasado mes de noviembre.
Williamson, que en 1988 fue excomulgado por su fidelidad a Lefrebvre y recientemente ha sido perdonado por Benedicto XVI, cuestionó el Holocausto en aquella entrevista y negó la existencia de cámaras de gas en los campos de concentración nazis.
"Le ruego que acepte, con el debido respeto, mi sincera manifestación de pena por las innecesarias angustias y problemas que le he causado a usted y al Santo Padre", ha asegurado en el escrito.
"Para mí, lo que realmente tiene importancia es la Verdad Encarnada, y los intereses de Su única verdadera Iglesia a través de la cual solamente es posible salvar nuestras almas y dar gloria eterna, en nuestro modesto modo, al Dios Todopoderoso", ha afirmado Williamson, quien reside en Argentina y dirige desde hace 5 años un seminario en La Reja, unos 50 kilómetros al oeste de Buenos Aires.
El obispo rehabilitado, que se ha negado a hablar con la prensa, cita en su carta un pasaje de libro del profeta Jonás.
Gratitud hacia Benedicto XVI
"Por favor, acepte también, y transmita al Santo Padre mi sincero agradecimiento personal por el documento firmado el pasado miércoles (por el 21 de enero) y hecho público el sábado (por el 24 de enero). Con la mayor humildad ofreceré una misa por ambos", concluye Williamson, en referencia a perdón concedido por Benedicto XVI.
El obispo lefebvriano está recluido en un seminario de la localidad bonaerense de La Reja desde la polémica que se originó después de que el Papa le levantara la excomunión y se difundiera la entrevista en la que negó la existencia de las cámaras de gas nazis.
El religioso sostuvo además que en los campos de concentración alemanes murieron unos "200.000 o 300.000 judíos", no los seis millones que calculan los historiadores.
El perdón concedido por el Papa a Williamson tras las declaraciones del religioso británico, que había sido excomulgado en 1988 por Juan Pablo II junto a otros seguidores del arzobispo cismático francés Marcel Lefebvre (1905-1991), derivó en una ruptura de relaciones entre el Rabinato de Israel y el Vaticano.
Medios locales han apuntado este viernes la posibilidad de que Williamson sea apartado de su cargo al frente el seminario tradicionalista de La Reja.
Críticas desde Alemania y Suiza
El perdón del Papa hacia Williamson ha sido criticado este viernes por diversos grupos de teólogos alemanes. Entre sus consideraciones, han manifestado que esta decisión hace más profunda la brecha que separa a la Iglesia Católica de las iglesias reformitas y supone un obstáculo para un diálogo abiert con el mundo y con otras religiones, como el judaísmo.
"Quien, sobre la base del Concilio Vaticano II, se esfuerza por una iglesia y una teología en diálogo abierto con el mundo y otras religiones, en especial con el judaísmo, se ve ahora víctima de un golpe bajo", han asegurado 15 teólogos de la Universidad de Tubinga.
También el teólogo heterodoxo suizo Hans Küng se ha mostrado crítico con la postura del Papa ante Richard Williamson y ha afirmado que esta actitud es síntoma de la intención de Benedicto XVI de imponer una línea conservadora en la Iglesia Católica.
En declaraciones a una emisora de radio, Kung ha destacado que el Papa está aislado de sus feligreses y rodeado de gente que sólo le adula y que eso le ha llevado a no calcular el efecto que iba a tener el revocar la ex comunión que pesaba sobre un obispo que ha negado públicamente el Holocausto y "otros tres que no son mejores que él".
"Es inexplicable que el Papa se preocupe más por ellos que por 1.000 millones de católicos", ha añadido Küng.