Kiril es entronizado como nuevo patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa
- Kiril sustituye al fallecido Alexis II, que había dirigido esta iglesia desde 1990
- A la ceremonia han asistido Vladimir Putin y Dimitri Medvédev, ambos creyentes
- La Iglesia Ortodoxa Rusa tiene más de 100 millones de fieles en todo el mundo
- Kiril es partidario del ecumenismo como Benedicto XVI, con quien mantiene buena sintonía
Kiril, metropolita de Smolensk y Kaliningrado, ha sido entronizado este domingo como XVI Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa. La ceremonia ha tenido lugar en la Catedral del Cristo Salvador de Moscú, donde centenares de clérigos han cantado "Axios, Axios, Axios" (digno en ruso) tras la consagración del nuevo patriarca.
Kiril sustituye de este modo a Alexis II, fallecido en diciembre del pasado año, que se encontraba al frente de la Iglesia Ortodoxa Rusa desde 1990.
Tras la consagración de Kiril, las campanas de la catedral de mármol blanco construida tras la caída de la URSS por orden del ex presidente Borís Yeltsin han repicado durante varios minutos para comunicar la buena nueva: la Iglesia Ortodoxa ya tiene un nuevo patriarca.
Al acto han asistido el presidente ruso, Dmitri Medvédev; el primer ministro, Vladímir Putin; la viuda de Yeltsin, Naína; varios mandatarios extranjeros; la jefa de la Casa Imperial rusa, la Gran Duquesa María Románova; y el cineasta Nikita Mijalkov, entre otros.
La iglesia católica ha estado representada por el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos.
También han asistido los más de 700 arzobispos, clérigos y seglares que integran el concilio general de la Iglesia Ortodoxa Rusa, que fue quien eligió a Kiril el pasado martes en votación secreta.
Varias horas de ceremonia
La ceremonia se ha prolongado durante varias horas, lo que no ha echado atrás a los miles de fieles que comenzaron a hacer cola a las puertas del templo a las siete de la mañana, pese a los 20 grados bajo cero que marcaban los termómetros en Moscú.
La llegada de Kiril al templo en limusina ha sido recibida con quince minutos de repique de la cinco campanas de la catedral y el tradicional pan con sal, símbolo de bienvenida en este país.
Como reza el tradicionalista ritual ortodoxo, Kiril ha sido conducido al altar, donde se ha sentado por tres veces en el trono del Patriarca, situado bajo un gigantesco mural que describe la última cena de Jesús.
"Larga vida!", han coreado al unísono los clérigos cuando Kiril se ha sentado en el trono del Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, una de las más importantes del mundo con más de cien millones de fieles en los cinco continentes.
Seguidamente, Kiril ha recibido los símbolos que le definen como jefe de la Iglesia Ortodoxa: la mitra dorada, la casulla negra, el manto verde, dos medallones con la imagen de la Virgen y el báculo de madera negra.
El báculo patriarcal, que fue cedido especialmente para la ocasión por el museo del Kremlin, perteneció originalmente al Santo Piotr (siglo XIV), que fue quien trasladó la sede de la IOR a Moscú.
El Patriarca, de 62 años, ha recibido también un cetro y una bandera con las iniciales PK (Patriarca Kiril), tras lo cual ha oficiado personalmente la eucaristía.
Abierto al diálogo
"El Patriarca es el defensor de las fronteras canónicas exteriores de la Iglesia y siempre estaré abierto al diálogo con las Iglesias hermanas", ha señalado Kiril durante su homilía, en la que ha criticado el "relativismo moral" del mundo actual.
La ceremonia, durante la que ha sonado música compuesta por un diácono cuyo padre fue fusilado bajo la URSS, ha concluido con las felicitaciones por parte de Medvédev y Putin, ambos creyentes y que mantenían una estrecha relación con el anterior Patriarca.
Medvédev ha pronunciado una pequeña alocución en la que ha descrito la entronización de Kiril como "un gran acontecimiento en la vida de Rusia y todo los pueblos ortodoxos".
"Rusia es un Estado complejo, donde viven muchos pueblos con distintos credos. Por eso, la misión del Patriarca es extraordinaria", ha dicho.
El jefe del Kremlin ha deseado "fuerza y salud" a Kiril y también ha hecho votos porque la Iglesia Ortodoxa Rusa y el Estado sigan cooperando y dialogando por el bien de Rusia.
Según las agencias rusas, ésta es la primera vez en la historia moderna de este país que el máximo dirigente político del país felicita al nuevo Patriarca de la iglesia.
El 1 de febrero será fiesta religiosa
La anterior entronización se produjo en 1990, en tiempos de la URSS, cuando el máximo dirigente era el reformista Mijaíl Gorbachov, que fue quien firmó el decreto sobre la libertad religiosa, pese a ser ateo.
A partir de ahora, el 1 de febrero será fiesta de guardar para todos los ortodoxos.
Kiril, que ejerció desde 1989 el cargo de jefe de la diplomacia de la Iglesia Ortodoxa Rusa, se reunirá el martes con el primer mandatario extranjero, el presidente cubano, Raúl Castro, al que condecoró recientemente en La Habana por aprobar la construcción de una iglesia ortodoxa.
El nuevo Patriarca es un considerado un firme partidario del ecumenismo, al igual que el papa romano, Benedicto XVI, con el que se entrevistó en el Vaticano en 2007, lo que ha alimentado las esperanzas de que ambas iglesias superen el cisma que las separa desde 1054.
Además, Kiril es partidario de convertir en obligatoria la asignatura de religión ortodoxa, pese a que en Rusia hay otras tres religiones oficiales (Islam, Judaísmo y Budismo), y de relajar ciertas costumbres para que los jóvenes regresen a las iglesias.