Al menos nueve muertos y 20 heridos en el bombardeo de un hospital al norte de Sri Lanka
- Según Cruz Roja, el ataque ha dejado también otros 20 heridos
- El Ejército y los Tigres Tamiles se acusan mutuamente del ataque
- Ha terminado la tregua de 48 horas entre ambos bandos
- 250.000 personas están atrapadas en la zona de conflicto
Al menos nueve personas han muerto y otras 20 han resultado heridas en el bombardeo de un hospital al norte de Sri Lanka según los últimos datos difundidos por el Comité Internacional de Cruz Roja en Colombo. El Ejército y las guerrillas de los Tigres Tamiles, que luchan en la zona, se acusan mutuamente del ataque.
Las ONGs han denunciado que el bombardeo contra el hospital el domingo por la tarde viola los Derechos Humanos.
El portavoz de Naciones Unidas, Gordon Weiss, ha afirmado que las bombas "al parecer, han impactado en el ala de pediatría del hospital de Puthukkudiyiruppu y aunque no se sabe cuantos pacientes han resultado muertos o heridos debe haber muchas bajas".
Los militares aseguran que no han bombardeado esa zona y acusan a los Tigres Tamiles de haber "disparado a la desesperada". Los tigres tamiles no han hecho comentarios, pero en su página web acusan al ejército del ataque al centro sanitario.
Fin de la tregua
El plazo de 48 horas dado por el gobierno de Sri Lanka para facilitar la evacuación de los civiles atrapados en zona de guerra en el norte del país ha terminado con acusaciones mutuas entre el Ejecutivo y la guerrilla tamil, que denunció la muerte de otras 39 personas en bombardeos.
El dirigente guerrillero B. Nadesan indicó al portal afín Tamilnet que "por primera vez, en el área de seguridad, las Fuerzas Aéreas de Sri Lanka atacaron el sábado Mungkilaaru y Chuthanthirapuram. Disparos de artillería continuaron sin tregua contra objetivos civiles. 39 civiles murieron y 128 resultaron heridos".
La guerrilla del LTTE (Tigres para la Liberación de la Patria Tamil) se encuentra confinada en un área selvática de unos 300 kilómetros cuadrados en el noreste de esta isla del Índico, tras una intensa ofensiva del Ejército.
El pasado de 30 de enero, el presidente ceilanés, Mahinda Rajapaksa, ofreció un alto el fuego de 48 horas para permitir la salida segura de civiles en el área controlada por la guerrilla.
Cruce de acusaciones
Pero, según un comunicado del Ministerio ceilanés de Defensa, los terroristas "han ignorado" el ultimátum, "declarado para asegurar la evacuación segura de 120.000 personas mantenidas como escudos humanos por el LTTE".
Defensa acusó a la guerrilla de desplazar su artillería a las áreas civiles y de construir una línea defensiva minada en el perímetro de la zona civil de seguridad con el objetivo de que los civiles no puedan escapar del territorio bajo su control.
Aunque el Ejército y la guerrilla emiten continuos partes de batalla, las bajas carecen de confirmación independiente porque el acceso a los frentes de batalla está restringido.