Concentración policial de protesta por los 18 agentes heridos en la frontera de Melilla

• En el último incidente un subinspector recibió navajazos en una aglomeración
• El sindicato UFP denuncia que los agentes "trabajan a la mano de Dios"
• Instan a la Delegación a reunirse con las autoridades marroquíes para solucionarlo
• En la última semana cinco agentes han resultado lesionados
• El Gobierno de Melilla insta a Zapatero a dialogar con Marruecos

Agentes de la Policía Nacional se ha concentrado frente a la Delegación del Gobierno para protestar por la situación en la frontera de Melilla.

Una treintena de agentes de la Policía Nacional se ha concentrado frente a la Delegación del Gobierno para protestar por la situación en la frontera de Melilla con Marruecos, donde desde el pasado verano se están registrando incidentes prácticamente a diario que se han saldado con un total de 18 policías heridos. El último ayer cuando subinspector recibió varios navajazos en una aglomeración.

El secretario general de la Unión Federal de Policía (UFP), Cristóbal Olivella, ha negado que estos incidentes sean "casos excepcionales", como afirma la Delegación, y ha recordado que los sindicatos policiales reclaman desde hace siete años un protocolo escrito sobre la actuación en la frontera, donde los agentes "trabajan a la mano de Dios".

Olivella ha insistido en la necesidad de que, ante cualquier intervención en la frontera, acudan como mínimo cuatro agentes y no sólo uno y ha criticado la falta de mejoras en los puestos fronterizos.

Ante esta situación, ha reclamado a la Delegación del Gobierno que tenga una reunión urgente con los responsables policiales de Marruecos para evitar que se vuelvan a producir más incidentes, muchos de ellos protagonizados por grupos organizados al otro lado de la frontera y por agentes marroquíes que han llegado a invadir territorio español.

"Si tienen que pasar este asunto al Ministerio de Asuntos Exteriores para que haya negociaciones, que lo hagan", ha pedido el dirigente de UFP, quien ha recordado que este problema no es único de Melilla, ya que en la frontera de Ceuta también se están registrando agresiones contra agentes españoles.

Además, Olivella ha asegurado que se está impidiendo a los funcionarios utilizar material antidisturbios para hacer frente a los altercados, ya que también se ha abierto un expediente disciplinario a un subinspector por ordenar que se dispararan cuatro salvas al aire para dispersar una aglomeración y permitir la entrada de una ambulancia desde Marruecos.

Últimos incidentes

El último incidente se registró ayer, cuando un subinspector de la Policía Nacional recibió tres puntos de sutura tras ser herido con un objeto punzante, además de presentar una contusión en el hombro. El agente fue agredido en el puesto fronterizo de Beni Enzar cuando trataba de ayudar a una mujer que había quedado atrapada en uno de los tornos de entrada a Melilla dada la multitud de marroquíes que se aglomeraban.

Según UFP, unos días antes, el 25 de enero, un agente fue agredido por un marroquí en un control fronterizo que le propinó dos puñetazos "sin mediar palabra, ni hechos que pudieran justificar la agresión". Al día siguiente otro agente recibió dos patadas por parte de un aduanero marroquí cuando intervino para evitar que éste agrediera y robara a una mujer; mientras que el pasado sábado un grupo de marroquíes apedrearon a los policías fronterizos.

Melilla exige a Zapatero que hable con Marruecos

Por su parte, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda  (PP), tras lamentar el último incidente en la frontera, ha señalado que "estos no benefician ni a España ni a Marruecos" y ha exigido al Ejecutivo de Zapatero que dialogue con Marruecos para acabar con estas situaciones.

Imbroda ha recurrido a la misma frase que empleó cuando se sucedían las avalanchas de subsaharianos en el otoño de 2005 porque cree que también es valedera para este problema que se arrastra desde hace unos meses: "Esto se soluciona cuando Marruecos colabore".

En esta línea, el diputado del PP por Melilla, Antonio Gutiérrez, atribuyó los incidentes en la frontera a la "poca voluntad política del régimen de Rabat" para que la situación fronteriza sea la propia de dos países relacionados con la UE, uno como frontera sur y otro como socio preferencial.