Enlaces accesibilidad

La Berlinale se emociona con el oculto mundo quechua de "La teta asustada"

  • La teta asustada es la primera película peruana que compite en La Berlinale
  • Cuenta el drama de las mujeres violadas en Perú en las dos décadas de guerra y terrorismo
  • También se ha presentado el film de Richard Loncraine,  My One and Only

Por
Día de estrenos en La Berlinale

La Berlinale se ha emocionado este jueves con el mundo oculto del quechua a través de La teta asustada, de Claudia Llosa, primera película peruana a competición en la historia del festival y que cuenta con la colaboración de Televisón Española.

Sencilla, dura, algo hermética y cargada de simbolismosLa teta asustada ha sumergido al festival berlinés en el drama de las mujeres violadas en Perú en las dos décadas de guerra y terrorismo que sacudieron el país y que dejaron cerca de 70.000 víctimas.

De producción hispano-peruana y rodada principalmente en zonas pobres de Lima, La teta asustada se centra en una muchacha, Magaly Soler, que acaba de perder a su madre y que quiere enterrarla dignamente, como un grito contra la impunidad de esos crímenes.

Con ella, con sus cantos en quechua, el espectador llega a la historia de esas mujeres traumatizadas y a la enfermedad llamada "teta asustada",  que éstas transmitirán a sus hijos, a través de la leche.

"No se puede enterrar a las víctimas bajo un manto de silencio, hay que recuperar su historia, la identidad perdida de toda una generación de personas que, por no tener, no tienen ni carné de identidad, simplemente porque no consta que nacieron", explicó la directora Claudia Llosa.

Sin la co-producción española la película no estaría en la Berlinale, enfatizó la directora ante el estreno internacional de su segundo largometraje tras Madeinusa.

My One and Only, un bálsamo contra cualquier crisis

También embelesó, pero de otra manera, Renée Zellweger y su My One an Only, dirigida por Richard Loncraine, donde borda el papel de una madre que abandona al marido infiel y se marcha a bordo de un Cadillac con dos hijos adolescentes en busca de un suplente.

Zellweger, una rubia platino de labios pintados de rojo carmesí, va de mudanza en mudanza por medio país. Viaja en pos de esa suplencia y constata que, a partir de cierta edad, a una mujer sólo le pedirán en matrimonio hombres arruinados, calenturientos o incluso débiles mentales.

"La independencia de una mujer consiste en saber cuidarse de una misma", ha declarado Zellweger, tan deliciosa en directo como en el film, con un rubio platino algo rebajado e idénticas muecas con sus labios de fresa y sus ojos diminutos.

My One and Only  es una de esas refrescantes comedias que uno tiene la sensación de haber visto trescientas veces, pero donde toda la maquinaria funciona a la perfección. Todo un bálsamo contra la crisis, no sólo la financiera mundial, sino la que más de uno habrá vivido en la Berlinale ante la acumulación de filmes extremadamente duros.