Los países del G7 acuerdan llevar a cabo una reforma del FMI
- Los ministros de Economía han centrado la reunión de Roma en la crisis financiera
- "Un FMI reformado es crucial para responder a la crisis actual", señala el comunicado final
- Se buscarán unas "nuevas reglas globales" para mejorar la supervisión de los mercados
- También se comprometen a "evitar medidas proteccionistas" que empeoren la situación
- El director del organismo, Dominique Strauss-Khan, aboga por centrarse en reflotar la banca
Los ministros de Economía de los países que conforman el G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) han alcanzado un acuerdo para reformar el Fondo Monetario Internacional (FMI), según el comunicado final de la reunión celebrada este sábado en Roma, que ha concluido con un llamamiento de la Presidencia italiana a la creación de unas "nuevas reglas" que den lugar a "un nuevo orden económico mundial" respetuoso con el sistema capitalista.
Los titulares de Economía, que iniciaron anoche las reuniones con una cena de trabajo, han cerrado este sábado las jornadas de trabajo con una declaración final de conclusiones. "Estamos de acuerdo en que un FMI reformado, reforzado con recursos adicionales, es crucial para responder con eficacia y flexibilidad a la crisis actual", refiere el documento.
El documento añade que "la fuerte recesión se ha traducido ya en una significativa pérdida de puestos de trabajo y durará todo el 2009". Alude también a que "la excesiva volatilidad y fuertes oscilaciones en los tipos de cambio tienen consecuencias adversas para la estabilidad económica y financiera".
Así, se su braya la importancia de un mercado de divisas "estable", ya que los grandes cambios en el tipo de cambio experimentados recientemente tienen "implicaciones adversas para la estabilidad económica y financiera". Para conseguir esa estabilidad, los participantes se han comprometido "a seguri atentamente los mercados de divisas y a colaborar".
Nuevas reglas globales
Los participantes en la reunión han acordado poner en marcha unas "reglas globales más fuertes" en la economía internacional, ya que la falta de regulación de los mercados financieros en Estados Unidos ha sido el origen de la crisis económica.
Aunque los líderes presentes no especificaron en qué consistirán esas reglas, el comunicado final de la reunión apunta a que en cuatro meses se presentará un conjunto de "principios comunes" sobre la "propiedad, la integridad y la transparencia" de la actividad económica y financiera internacional.
Estas reglas seguirán en consonancia con los principios de la economía de mercado, pero tendrán como objetivo un seguimiento más férreo de las operaciones financieras internacionales.
Evitar medidas proteccionistas
El comunicado final de la reunión también cita como una de sus prioridades impedir las "medidas proteccionistas" para que no surjan nuevas barreras al comercio internacional y le suma un llamamiento a una "rápida y ambiciosa conclusión" de la Ronda de Doha.
El proteccionismo había estado en boca de todos durante toda la semana a causa de la cláusula buy american (comprar productos americanos) del plan de estímulo estadounidense, que finalmente quedó diluida en la versión aprobada ayer por el Congreso de EEUU. Países como Japón y Canadá ya habían protestado contra dicha cláusula, que a su juicio podría provocar represalias de sus socios comerciales.
Así, el G7 "evitará medidas proteccionistas que puedan empeorar la ralentización de la economía".
Strauss-Khan da prioridad a la banca
El director del FMI, el francés Dominique Strauss-Kahn, ha comentado tras la reunión que "el problema a resolver con urgencia es el del sector bancario".
Preguntado por la posibilidad de crear un bad bank, un banco "malo" que adquiera los activos tóxicos no líquidos de las entidades financieras, como propone el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, Strauss-Khan ha comentado que "ésa es la solución más simple entre las diversas soluciones técnicas".
"Es necesario poner en marcha un sistema financiero que funcione, ciertamente no para salvar a los accionistas, sino porque la economía moderna necesita de un sistema financiero que funcione", ha señalado. En este sentido, ha subrayado que "hay que limpiar los balances de los bancos" y en cuanto a los que no son viables "tenemos que ser capaces de comprarlos o cerrarlos".