Ron Howard, el 'yerno perfecto' para los productores

• Howard está entre las listas de personas más poderosas de Hollywood
• Ganó el Oscar como director y productor por Una mente maravillosa
• Su fórmula es poco original: guiones convencionales, estrellas y una realización solvente
• Más información en el Especial Oscar 2009

Especial Oscar 2009: Ron Howard, nominado a Mejor Director

Aunque en España no nos queramos enterar, el cine es, además de una manifestación artística, una industria de entretenimiento y ocio. Y eso lo sabe Ron Howard, que se ha labrado su reputación como uno de los cineastas más poderosos de Hollywood gracias a una fórmula poco original: guiones sin estridencias, estrellas consagradas y una realización solvente.

El resultado: miles de millones recaudados a lo largo de su carrera e incluso un Oscar (dos, si tenemos en cuenta que en Una mente maravillosa era productor además de director).

Pero antes de comenzar su carrera como director, allá por los 70, Ronny Howard (Oklahoma, 1954) hizo papeles en televisión y cine (como en American Graffiti, de George Lucas). Algo que, ahora que su hijo menor ya es mayorcito, no descarta volver a hacer.

En 1977 dirigió su primera película, Loca escapada a Las Vegas, que recaudó mucho más de lo que que costó, pero no fue hasta los 80 cuando se centró en su oficio como cineasta.

1, 2, 3... ¡Splash!, Cocoon o la mítica Willow fueron sus primeros hitos, todavía en los 80. En los 90, la consagración: Un horizonte muy lejano, Detrás de la noticia, Apolo 13 (que logró 9 nominaciones a los Oscar, aunque sólo logró dos estatuillas en categorías menores), Rescate, El Grinch...

Y en 2001, Una mente maravillosa, que obtuvo 8 candidaturas y se llevó 4, incluyendo Mejor Película y Director. Cinderella Man, El Código Da Vinci, ahora rueda Ángeles y demonios... Ron Howard no parece engañarse, como si conociese a la perfección su papel: padre de tres chicas (una de las cuales, Bryce Dallas Howard, es actriz) y un chico, miembro del Partido Demócrata, no cabe la menor duda de que pagará religiosamente sus impuestos y ayudará a su casera a sacar la basura.

Será por todo eso, precisamente, por lo que El desafío - Frost contra Nixon sorprende en una trayectoria como la suya. No es un tema ni una historia que uno esperaría en manos de Howard, y menos tal y como la desarrolla. Siempre quedará la duda de lo que habría hecho con ella otro director con un sello más personal, pero desde luego el resultado ha sido posiblemente la mejor película del cineasta.

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