Un negocio llamado Obama
Obama es un puzzle; y un fular rojo; y una camiseta; y un jersey. También es un maquillaje, un imán para la nevera, una cinta para colgar el móvil, una taza de café, un llavero, un muñeco de goma, toda suerte de calendarios, posters y pegatinas y cualquier otra cosa que la mente de un avispado comerciante pueda imaginar.
Obama sonríe a los turistas por las calles de Nueva York. Sonríe desde los escaparates de las tiendas de souvenirs entre diminutas estatuas de la libertad y reproducciones del Empire State Building; sonríe desde los puestos callejeros que cubren las esquinas con la imagen más repetida del presidente, una fotografía retocada con los colores de la bandera de EEUU y sobre la que reza la palabra 'Hope' (esperanza). Obama sonríe también desde los quioscos que exhiben las ediciones especiales que las revistas han sacado a la calle con las fotografías de la toma de posesión del nuevo presidente.
Está por todas partes y el nuevo icono vende. "Nos hemos quedado sin los calendarios y estamos esperando a que lleguen más", cuenta el dependiente de una enorme tienda de regalos situada en Times Square, uno de los puntos más turísticos de la ciudad. El Daily Telegraph publicaba hace unos días que el 'merchandasing' de Obama había vendido más de 200 millones de dólares sólo hasta el mes de noviembre, según cálculos de The New York Times.
Y sigue imparable. Tanto que, según el diario británico, los abogados del Gobierno de Estados Unidos buscan la forma de proteger la marca de la Casa Blanca restringiendo la enorme cantidad de productos con la imagen de Obama y su familia. En eBay, más de 37.000.
En los quioscos, las revistas Newsweek y Time han sacado a la calle sendos números especiales con las fotografías del 'Ingauration Day', la histórica jornada del 20 de enero en la que Obama fue investido como 44 presidente de los Estados Unidos. Pero no son sus únicas imágenes en portada. El número de febrero de 'Esquire' también le dedica su primera, por citar sólo algunos ejemplos.
El más curioso es el de la revista Vanity Fair, en la que el 'omnipresidente' ha relegado a las estrellas de Hollywood a páginas interiores. Los fans de la cabecera estadounidense esperan ansiosos cada año desde hace 15 las fotografías en las que Annie Leibovitz retrata a los candidatos a los Oscar cada mes de febrero. Y están, claro, pero no en la portada, como es habitual, sino en la página 284, 34 después del reportaje que la revista 'vende' en su primera plana: 'Comienza la era Obama'. La primera se ilustra, por supuesto, con un retrato del presidente.
Obama está por todas partes. También en los luminosos en las que las cadenas de televisión ofrecen los titulares de sus informativos. Y en las tiendas. Pero no sólo en las que venden recuerdos para turistas. Este lunes, Estados Unidos celebra su 'President Day', una fiesta que conmemora -este año más que nunca- el nacimiento de George Washington y Abraham Lincoln en febrero de 1732 y 1812 respectivamente. Gracias a ellos y al furor por Obama y lo que representa, este fin de semana cualquiera podía ahorrarse un 20% en sus compras. Una excusa como otra cualquiera para rendir homenaje al nuevo icono... o para animar el consumo, claro.