El plan de rescate hipotecario de Obama contará con 75.000 millones de dólares

• Un plan para evitar que nueve millones de americanos pierdan su casa
• 75.000 millones para "ayudar a los que han cumplido las reglas y han sido responsables"
• Permitirá negociar hipotecas más baratas con los bancos
• El plan excluye a los especuladores y los insensatos
• Obama pide volver a vivir según las posibilidades de cada uno

El plan de rescate hipotecario de Obama, ayudará a "hasta 9 millones de familias a renegociar sus hipotecas y evitar el desahucio", según ha dicho el presidente de Estados Unidos. "La crisis inmobiliaria ha atacado el corazón de la clase media", ha añadido, "el plan que presento es para aquellas familias que han cumplido las reglas de juego y han actuado responsablemente".

Las ayudas ascenderán a 75.000 millones de dólares para que los propietarios "responsables" puedan conservar su casa y pagar letras mensuales más bajas. Además, el Gobierno financiará con otros 200.000 millones a los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac para sostener el mercado inmobiliario y facilitar hipotecas más baratas.

Ayudas para los que puedan pagar

El paquete de ayuda se dirige a dos colectivos. En primer lugar, hasta 5 millones de propietarios que están al tanto de sus pagos pero que no pueden renegociar la hipoteca por la caída del precio de la vivienda. El desplome ha hecho que deban más del 80% del valor de la casa y eso les excluye de cualquier refinanciación. El Gobierno cambia esta restricción para que Freddie Mac y Fannie Mae acepten renegociar la hipoteca y los propietarios puedan aprovecharse de los tipos de interés más bajos.

En segundo lugar, el plan echa un cable a cerca de 4 millones de personas que están a punto de perder la casa. Los que se han quedado en el paro desde que empezó la recesión y los que firmaron hipotecas "exóticas", que han visto como se disparaba la letra mensual. Son incentivos para que los bancos reduzcan el tipo de interés que cargan y en determinadas condiciones el principal de la deuda. El Gobierno iguala el esfuerzo que realicen.

El plan también facilitará que los jueces puedan evitar los desahucios imponiendo una renegociación de la hipoteca. El principal se ajustará al valor de la vivienda a precio de mercado. Mucho más bajo que el original, lo que reducirá las letras mensuales.

El plan excluye explícitamente a los especuladores y a los irresponsables, tanto los que concedieron las hipotecas basura o subprime como a los insensatos que las contrataron sin tener la más mínima posibilidad de pagar las letras, el origen de la crisis financiera.

Un plan para contener la hemorragia inmobiliaria

Obama ha presentado su plan de rescate en Mesa, un suburbio de Phoenix, Arizona, donde los precios de la vivienda han caído cerca del 50%, como en Florida o California. La media nacional es un desplome del 25% según Moody's. La caída de los precios, unida a la crisis económica, la sequía de crédito y el paro desbocado han desahuciado el año pasado a 2,3 millones de americanos. Y amenazan a otros cuatro millones, según ha precisado Obama.

El plan de rescate hipotecario ayudará de paso a recuperar la economía americana, hundida en la peor crisis desde la Gran Depresión. El Presidente ha puesto dos ejemplos concretos: un desahucio reduce en un 9% el valor de las viviendas vecinas y cuesta 20.000 dólares al Estado.

Y un aviso a largo plazo. Obama ha hablado de volver a las raíces, a los valores centrales americanos: sentido común y responsabilidad. Está convencido de que con ellos, el país saldrá de la crisis.