El FBI encuentra a Stanford e investiga sus conexiones con el narcotráfico
- El financiero acusado de estafar 8.000 millones de dólares se entrega
- El FBI localiza a Stanford en Fredericksburg, Virginia
- La policía amplía la investigación al narcotráfico
- La SEC embarga las propiedades del financiero
- Stanford figura en el puesto 205 de los hombres más ricos del mundo
El financiero tejano acusado de estafar más de 8.000 millones de dólares, Robert Allen Stanford, se ha entregado este jueves al FBI en la localidad de Fredericksburg, Virginia. La policía federal le ha comunicado los cargos que pesan contra él. No ha sido detenido ni está bajo arresto.
Según un portavoz del financiero, Stanford está deprimido y quería acabar con la caza del hombre que se ha desatado en el país. Stanford ha entregado su pasaporte a las autoridades en la delegación del departamento de Justicia.
La SEC, el regulador bursátil equivalente a la CNMV, ha acusado a Stanford de estafar más de 8.000 millones de dólares a sus clientes, prometiéndoles el doble de rendimientos en un producto a plazo fijo, los certificados de depósito.
Una estafa que blanqueaba dinero de la droga
Sin embargo, las autoridades investigan ahora su presunta conexión con el cártel del Golfo de México, para el que podría haber blanqueado dinero de la droga. La policía mexicana tiene en su poder uno de los aviones de Stanford, en el que se han encontrado cheques que podrían estar vinculados con el narcotráfico.
Todos las propiedades y negocios del financiero han sido embargadas por orden judicial. Entre ellas, hay seis aviones, un yate de 40 metros y una mansión en St. Croix. La SEC tenía preparado el caso desde hace tiempo pero retrasó su intervención a petición del FBI, que estaba investigando sus vínculos con el narcotráfico. La operación se precipitó esta semana al descubrir la SEC que el financiero había retirado 170 millones de dólares de sus cuentas.
Amigos en Washington y pánico en América Latina
Las filiales del grupo Stanford en América Latina se han visto desbordadas por los clientes, que tratan de sacar su dinero. Las autoridades de algunos países, como Venezuela, han optado por intervenir la entidad. Stanford, de 58 años, es todo un personaje en el Caribe. Ha usado su fortuna personal, 2.200 millones de dólares según la revista Forbes, para financiar obras públicas y torneos de cricket.
El escándalo ha alcanzado al Congreso de los Estados Unidos. Stanford había contribuido con cerca de ocho millones de dólares a políticos de todo el arco parlamentario, que ahora se apresuran a devolverlo o donarlo a instituciones benéficas. Uno de los principales beneficiarios es el senador y ex candidato a la presidencia, John McCain.