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Comienza el juicio contra los 14 miembros de la red que envió a Irak a autores del 11-M

  • La Audiencia Nacional pedirá penas de entre 7 y 14 años de cárcel
  • La Fiscalía les acusa de pertenencia o colaboración con banda armada
  • Los 'Red Tigris' son una organización dedicada al envío de 'muyahidines' a Irak

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La Audiencia Nacional comienza este lunes a juzgar a los 14 presuntos miembros de la denominada 'Red Tigris', organización dedicada al envío de 'muyahidines' a Irak. Entre los acusados hay alguno de los presuntos autores del 11-M, que tras huir de España lograron perpetrar atentados suicidas en dicho país árabe.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional pedirá penas de entre 7 y 14 años de prisión para los 14 islamistas procesados en la conocida como 'Operación Tigris', a los que acusa de delitos de pertenencia o colaboración con banda armada, falsedad de documento oficial y contra la salud pública. El grueso de las detenciones se llevaron a cabo en junio del 2005.

Los acusados son Samir Tahtah y Khaled Abibi ,que acumulan la petición de penas más alta como presuntos dirigentes de la célula, Kamal Ahbar, Yagoub Guemereg, Mohamed El Idrissi y Driss Belhadi (acusados de integración).

Como colaboradores comparecerán Said El Mazmouzzi, Ridouane El Ouarma, Tarek Hamed Hamu, Bilal El Saiti, Mustafa Mohamed Abdeselam, Abdelmalik Abselam Amak, Aomar Hamed y Abdelbarie Dahane.

Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, la célula se dedicaba a la captación y envío de muhaidines a Irak.

Los integrantes de las 'células' se comunicaban a través de un amplio entramado de correos electrónicos mediante los que se transmitían instrucciones o consignas, además de apoyo financiero. También utilizaban los 'e-mail' para coordinarse con sus líderes en Siria y Marruecos, representados específicamente por Filali Ouali en el Reino Unido, que fue quien puso en marcha esta red.

La denominada 'Red  Tigris' utilizaba un sistema de 'microfinanciación' por medio de delitos comunes, tráfico de estupefacientes, teléfonos móviles o con pequeñas cantidades remitidas directamente a los miembros de la red 'yihadista' que lo precisaban para obtener los fines propuestos.

La célula tenía su centro neurálgico de actuación en la denominada 'Fortaleza de los Guerreros' situada en la localidad barcelonesa de Santa Coloma de Gramanet.

"Allí se captaba, adoctrinaba y se preparaba a los yihadistas para la comisión de acciones terroristas y desde allí se daba apoyo logístico también a quienes, habiendo cometido ya acciones terroristas y pretendían continuar con esta actividad en Irak", aseguró en su escrito la fiscal Dolores Delgado.