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Netanyahu se reúne con Barak para estudiar su entrada en un gobierno de gran coalición

  • Va a analizar con el jefe laborista que su formación se sume a un Ejecutivo de unidad
  • Ofrecerá a Ehud Barak que continúe al frente del ministerio de Defensa israelí
  • Netanyahu se ha entrevistado ya con la jefa del partido centrista Kadima, Tzipi Livni
  • La presidenta del kadima se mantiene firme en su intención de pasar a la oposición
  • El partido de Livni ganó las elecciones, pero el Likud disfruta de más apoyos políticos

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El líder del derechista Likud, Benjamín Netanyahu, encargado de formar Gobierno en Israel, se entrevista este lunes con el jefe laborista, Ehud Barak, para analizar la posibilidad de que su formación se sume a un Ejecutivo de unidad.

En el encuentro, Netanyahu tiene previsto ofrecer a Barak, el militar más condecorado de la historia de Israel, que continúe al frente del ministerio de Defensa, informa la radio pública israelí.

Se trata de la segunda reunión de este tipo que mantiene Netanyahu después de ser designado el pasado viernes por el jefe de Estado, Simón Peres, para armar una coalición de Gobierno.

Anoche se entrevistó con la jefa del partido centrista KadimaTzipi Livni, quien se mantuvo firme en su intención de pasar a integrar la oposición parlamentaria, en un encuentro en el que el proceso de paz con los palestinos fue un punto de fricción.

El partido de Livni ganó las elecciones celebradas en Israel el pasado día 10, pero el Likud disfruta de más apoyos en el arco político, pese a que obtuvo 27 diputados, uno menos que el Kadima.

La mayor parte de los miembros del partido centrista exhortan a Livni a pasar a la oposición y no renunciar sus principios programáticos de continuar el proceso de paz con los palestinos a cambio de ocupar una cartera ministerial.

Al término de la reunión de anoche, Netanyahu manifestó que "continuará intentando formar un Gobierno de unidad nacional para afrontar las amenazas a las que se enfrenta Israel. Este es el deseo del pueblo".

Netanyahu pretende armar una coalición con Kadima y el partido Laborista que le garanticen una estabilidad política que no goza actualmente con el apoyo de partidos ultra-derechistas y sectarios, ya que éstos podrían condicionar su respaldo si sus demandas no son atendidas.

La mayoría de 65 diputados, de los 120 que integran el Parlamento israelí pertenecen a formaciones de extrema derecha, reacios a cualquier concesión con los palestinos, una política que a todas luces podría chocar con la intención del Gobierno de EEUU de impulsar con celeridad la creación de un estado palestino.