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Solbes: "Hay que estar preparado para posibles intervenciones" en el sector financiero

  • Ha asegurado que el Gobierno está listo para actuar pero que todavía no es necesario
  • No obstante, Solbes ha explicado que él es "reacio" a la nacionalización de la banca española
  • Solbes ha afirmado que el éxito de la cumbre del G-20 supondría un punto de inflexión

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El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, ha afirmado que "hay que estar preparado para posibles intervenciones" en el sector financiero, aunque ha asegurado que el Gobierno todavía no tiene ningún nombre sobre la mesa.

Solbes ha explicado que la intervención estatal puede ser de muchos tipos aunque ha precisado que él es "reacio" a la nacionalización de la banca española.

Así lo ha indicado después de asegurar que la próxima cumbre del G-20 podría ser un punto de inflexión en la crisis económica, mejorando las perspectivas del segundo semestre.

En su intervención en la V Conferencia Internacional de ABC "Europa y América ante los cambios", Solbes ha asegurado que el Gobierno "no está planteando en estos momentos" la nacionalización de ninguna entidad española y dijo que está de acuerdo con el presidente del BBVA, Francisco González, en defender la intervención pública para salvar entidades con problemas en lugar de apostar por la nacionalización.

Por ello, ha declarado que "hay que estar preparado para cualquier circunstancia" y que el Gobierno puso "en marcha instrumentos para actuar si es necesario", aunque "de momento no lo ha sido".

Solbes ha reconocido que las recapitalizaciones tienen sentido cuando se realizan para sanear una entidad y para mejorar la situación de las entidades financieras, aunque recordó que "la mayor parte de los bancos que han sido recapitalizados no han terminado en mejores condiciones que los que no lo han sido, sino que han vuelto a tener problemas importantes".

Solbes se ha referido a la petición de González de crear un organismo supervisor europeo e indicó que es una idea atractiva a corto plazo, pero que todavía se está lejos de dar ese paso.

Almunia: ¿Es importante que la cumbre sea un éxito¿

También intervino en la jornada el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea (UE), Joaquín Almunia, quien dijo que en la reunión del G-20 de Londres "hay que pasar de las palabras a los hechos, de las intenciones a las decisiones y de los análisis a los instrumentos" para atajar la crisis.

Almunia aseguró que es "importante" que la cumbre sea "un éxito" porque si es así será la plataforma que liderará la agenda de las organizaciones internacionales, pero, de lo contrario, "nos podremos encontrar incertidumbre sobre quién está al mando".

Tras su intervención y sobre la posibilidad de que la UE acuda al rescate de algunos países, incluso de aquellos no pertenecientes a la UE, Almunia subrayó que "en esta crisis nadie puede descartar nada", si bien añadió que "ya hay bastantes problemas como para inventarnos más".

Almunia defendió la labor del Fondo Monetario Internacional (FMI) como un organismo global "necesario" en esta crisis, que si bien no está pensado para regular, sí lo está para "vigilar" las políticas de sus miembros y hacer recomendaciones.

¿Una situación fiscal insostenible¿

Por su parte, el miembro del Comité Ejecutivo y del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, José Manuel González Páramo, alertó de que los países que no establezcan una estrategia de salida a la crisis y "objetivos concretos" corren el "riesgo" de entrar en "una situación fiscal insostenible".

Páramo afirmó que estos países corren el riesgo de entrar en una situación delicada y avisó de que un nivel de déficit público muy alto puede generar problemas a la hora de financiar la deuda.

Asimismo, González aseguró que "un banco responsable no puede conceder créditos más allá de lo que la prudencia exige", ya que, en caso contrario, haría "un flaco favor" a sus clientes y comprometería su solvencia y el futuro de sus accionistas.

González añadió que instar a la banca a aumentar el crédito a familias y empresas como "contraprestación" por las ayudas públicas "es un enfoque erróneo"