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Caamaño tiende la mano a los jueces para modernizar la Justicia

  • Ha prometido su cargo ante los Reyes y el presidente del Gobierno
  • Bermejo le ha cedido su cartera ministerial y le ha deseado mucha suerte
  • Caamaño dice que es un honor ser ministro y destaca la labor de Bermejo
  • "Conocíamos la intensidad de su dedicación, ahora también su generosidad", dice
  • Cree que "es más lo que une que lo que separa" de cara a la reforma judicial
  • Bermejo dice que su equipo ha estado a la altura de la circunstancias y él no 

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Bermejo pasa la cartera de Justicia a Caamaño

El nuevo ministro de Justicia, Francisco Caamaño Domínguez, se ha marcado como principal objetivo seguir con el proceso de modernización en la Justicia iniciado por su antecesor en el cargo, Mariano Fernández Bermejo, y ha tendido la mano a los jueces y a todos los sectores implicados para acometer esa reforma que ponga fin a una justicia "masificada" a través de un "diálogo sincero".

Así lo ha asegurado después de que el ex ministro le cediese la cartera ministerial en un acto en el Ministerio de Justicia presidido por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Antes ha prometido su cargo ante los Reyes en el Palacio de la Zarzuela, en presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Caamaño, hasta ahora secretario de Estado de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios, sustituye al frente de Justicia a Bermejo que presentó este lunes su dimisión irrevocable durante una reunión con Rodríguez Zapatero, a quien ya había ofrecido su renuncia la semana pasada, después de que se conociera que había cazado en una finca de Jaén sin tener licencia para ello.

El nuevo titular de Justicia ha señalado que es un honor para él ocupar ese cargo porque su compromiso con una Justicia "ágil, transparente y responsable" es "muy firme". Ha agradecido al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, su confianza, y a la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, "lo mucho que he aprendido en los últimos cinco años a su lado".

Alaba la generosidad de Bermejo

Ha destacado también la labor de sus antecesores en el cargo y en concreto del ex ministro Bermejo, de quién ha dicho: "Conocíamos la intensidad de su trabajo y su dedicación, ahora sabemos de su generosidad". "Ha trabajado mucho y muy bien", ha aseverado Caamaño.

En sus palabras de despedida del ministerio, Fernández Bermejo ha agradecido la labor desarrollada por su equipo, del que ha dicho que ha estado a la altura de las circunstancias, mientras que él, probablemente, no, ha subrayado.

Ha insistido en que buscará el acuerdo con los jueces, los secretario judiciales, los médicos forenses, la Policía Judicial y los graduados sociales para conseguir una justicia "mejor y más cercana a los ciudadanos".

"Soy conciente de la gran responsabilidad que se me encomienda", ha señalado en una intervención en la que ha planteado las necesidades básicas de la Administración de Justicia: la modernización desde los medios técnicos y humanos; y desde la formación a sus profesionales. Ha apelado a la independencia de los jueces pero también a su responsabilidad.

"Estoy convencido de que en esta reforma es más lo que nos une que lo que nos separa", ha destacado el ministro, quién ha marcado toda una declaración de intenciones: "no cejaré en mi empeño para que el diálogo sea posible". Ha mostrado su voluntad de colaborar con el Consejo General del Poder Judicial y con la Fiscalía General del Estado.

Un ministro que caminará por la senda del diálogo

El nuevo ministro ya había asegurado en una entrevista en RNE que dará continuidad a los proyectos de su antecesor en el cargo y que caminará por la senda del consenso y el diálogo para poner fin al conflicto del ministerio con los juces, que protagonizaron su primera huelga en España y que ven con optimismo la llegada de Caamaño.

De origen gallego y licenciado de Derecho, Caamaño, que ha desempeñado su cargo de secretario de Estado durante los últimos cinco años y fue el principal "negociador" del Gobierno en la reforma del Estatuto de Cataluña, será el tercer ministro de Justicia de los Gobiernos de Rodríguez Zapatero.

Su antecesor, Mariano Bermejo, sustituyó en el cargo a Juan Fernando López Aguilar en febrero de 2007 -cuando éste renunció para aspirar a la presidencia del Ejecutivo canario- y se ha convertido en el primer ministro de Rodríguez Zapatero obligado a dimitir por una controversia política, así como en el duodécimo que abandona el Gobierno por distintas causas durante esta etapa.