Obama recupera el optimismo y asegura que América saldrá fortalecida de la crisis
- Obama abandona el catastrofismo e infunde esperanza a América
- El Presidente avanza medidas concretas para recortar en dos billones el déficit
- Quiere una reforma sanitaria en menos de un año
- Obama presentará en los próximos días su presupuesto
- Tres prioridades, energía, sanidad y educación, y más impuestos para los ricos
- Obama pone como ejemplo a un banquero que repartió sus primas entre los trabajadores
Barack Obama, ha recuperado su mejor discurso, el que infunde esperanza a la nación, el que le llevó a la Casa Blanca. "Quiero que todos los americanos sepan esto: reconstruiremos, nos recuperaremos y los Estados Unidos de América saldrán más fuertes que antes". Obama ha hecho caso del consejo que le daba el ex presidente Bill Clinton la semana pasada, la misma estrategia que empleó Franklin Delano Roosevelt: combinar la descripción cruda de la realidad con un mensaje optimista y esperanzador.
Obama se ha ganado con sus palabras a la sesión conjunta del Congreso. Sin ser formalmente un discurso sobre el Estado de la Nación, lleva poco más de un mes en la presidencia, Obama ha delineado sus principales objetivos que quiere cumplir su administración, centrados sobre todo en la economía.
50 minutos de discurso precedidos de cinco de ovación cerrada, cuando Obama entraba en el hemiciclo. Ha sido el momento más emotivo, cuando el Presidente ha abrazado a la única juez del Tribunal Supremo, Ruth Bader Ginsburg, que padece cáncer de páncreas y que ha reaparecido públicamente después de haber sido intervenida hace unas semanas.
"El destino está en nuestras manos"
Obama ha pedido a su pueblo inversión, sacrificio y responsabilidad. Como la del presidente de un banco de Miami, Leonard Abess, que tras cobrar 60 millones de dólares en bonificaciones las repartió entre las casi 500 personas que habían trabajado con él. El Congreso le ha dedicado una prolongada ovación.
Casi tan fuerte como la que ha rubricado las palabras de Obama sobre los excesos de Wall Street: "esta vez, los ejecutivos no podrán usar el dinero de los contribuyentes para pagarse sus sueldos, sus costosas cortinas o desaparecer en un jet privado. Esos días se han acabado".
Obama ha pedido al Congreso reformas urgentes en varios campos. En la regulación desfasada del sistema financiero, en la educación para acabar con el fracaso escolar, en una ley para recortar los gases de efecto invernadero, en la cobertura sanitaria: "esta reforma no puede esperar, no debe esperar y no lo hará otro año".
Medidas concretas para atajar el déficit fiscal
El Presidente presentará en los próximos días su primer presupuesto y ya ha avanzado que es posible recortar hasta dos billones, con B, de dólares durante la próxima década. Obama ha detallado toda una batería de medidas para apretar el cinturón fiscal a los más ricos y atajar el gasto en las dos guerras que combate el país.
Obama eliminará los pagos directos a las empresas que no los necesitan, acabará con los contratos que no salen a concurso y que han despilfarrado miles de millones en Irak y reformará el presupuesto de Defensa para eliminar las armas de la Guerra Fría que ya no se usan. Del mismo modo, incluirá por primera vez en siete años los gastos de las guerras en Irak y Afganistán. Apoyo a las tropas, otra gran ovación, y una afirmación rotunda, sin excepciones ni equivocaciones: "Los Estados Unidos no torturan.
Obama se compromete a erradicar el fraude y los abusos en el sistema público sanitario y asegura que eliminará los incentivos fiscales a las empresas que externalizan los trabajos fuera de Estados Unidos. Del mismo modo, acabará con los beneficios fiscales para el 2% más rico de los americanos y reitera su promesa electoral de que no subirá los impuestos a las familias que ganen menos de 250.000 dólares anuales.
Los republicanos han reaccionado criticando a Obama de intervencionista y de querer aumentar los impuestos.