Lo injusto y el mal sabor de boca provocan en el hombre la misma respuesta
- Las personas realmente sienten asco ante las ofensas morales
- Es una respuesta primitiva ante uno de los hitos del desarrollo del hombre
Un comportamiento considerado injusto o inmoral y la ingesta de una bebida de sabor desagradable causan la misma respuesta física en un individuo: asco y repugnancia.
Ese es, al menos, el resultado de una investigación del Affect and Cognition Laboratory de la Universidad de Toronto (Canadá) que publica la revista Science.
Los científicos descubrieron que los humanos mueven los músculos de la cara de la misma manera cuando saborean un alimento desagradable, cuando observan imágenes repugnantes y cuando se sienten injustamente tratados.
"Las personas realmente sienten asco en respuesta a ofensas morales. La repugnancia moral es más que una metáfora", ha explicado a Efe la investigadora Hanah Chapman.
A pesar de que la moral se considera uno de los hitos de la evolución y el desarrollo del hombre, los investigadores sostienen que sus mecanismos de expresión físicos y emocionales son una herramienta que ya utilizaban los humanos más primitivos como una respuesta básica de supervivencia a estímulos mucho más simples.
Sentimos repugnancia ante "venenos o cosas que pueden conllevar enfermedad, como heces, heridas sangrantes y algunos insectos, como cucarachas y gusanos. Cuando sentimos asco queremos evitar esa clase de cosas, lo que nos da una ventaja de supervivencia". En algún momento de la evolución "adquirimos la capacidad de sentir asco hacia las transgresiones morales", ha explicado Chapman.