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Netanyahu rompe las conversaciones con Livni para un gobierno de coalición en Israel

  • Las segundas rondas de conversaciones habían culminado este viernes en desacuerdo
  • La decisión podría signficar un giro hacia la derecha del partido Likud
  • Livni acusa a Netanyahu de no comprometerse con la propuesta de los dos Estados palestinos

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El líder del partido derechista israelí Likud, Benjamin Netanyahu, ha renunciado a cualquier esfuerzo para alcanzar un acuerdo con la presidenta del partido centrista Kadima, Tzipi Livni, para la formación de un amplio gobierno de coalición.

La decisión se ha producido después de que la segunda ronda de negociaciones terminara este viernes en desacuerdo. La ruptura de las conversaciones incrementa la posibilidad de un giro del Likud hacia facciones derechistas opuestas a la retirada territorial en las conversaciones de paz con Palestina.

Livni ha acusado a Netanyahu de no comprometerse suficientemente con la solución de dos Estados patrocinada por EE.UU. Una propuesta que supondría una Palestina creada por Cisjordania y la Franja de Gaza, territorios que Israel ocupó en 1967.

"El cortejo ha terminado, no programaremos más conversaciones con Kalima", ha asegurado un portavoz del Likud. 

"Si Livni quiere replantear su acercamiento y contactar con nosotros, es bienvenida".

El pasado 10 de febrero el Kadima de Tzipi Livni venció en las elecciones parlamentarias israelíes, aventajando en un solo escaño al Likud de Netanyahu. Pero los resultados también arrojaron un bloque mayoritario de partidos de derechas, liderados por el presidente Shimon Peres, quien pidió a Netanyahu que formara un nuevo gobierno.

Netanyahu ha mostrado su deseo de liderar la mayor coalición posible con el fin de afrontar problemas como la crisis económica, el conflicto con Palestina o el temor israelí al programa nuclear de Irán.

Pero Kadima ha asegurado que "lo que quiere Netanyahu es que nosotros le proporcionemos la cobertura para un gobierno de extrema derecha y no haremos eso". "Nos contentaremos con liderar la oposición y probaremos que somos la mejor alternativa", ha señado una fuente del partido.

Con la pérdida de Kalima, al Likud le resta únicamente la posibilidad de un acuerdo con el Paritdo Laborista de centro izquierda del ministro de Defensa Ehud Barak, con quien Netanyahu ha previsto una nueva ronda de conversaciones este domingo, pero la oficina de Barak ha minimizado las posibilidades de un acuerdo. "Barak ha dejado claro que el destino del Partido Laborista es la oposición", han asegurado fuentes de esta oficina.

De este modo, ahora el aliado más problable para Likud parece que será el partido del ultranacionalista Yisrael Beiteinu, que resultó tercero en las elecciones.