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El FMI prevé que el déficit público español alcance el 6% en 2009 y 2010

  • Supera la previsión del Gobierno, que estima un 5,8% en 2009 y un 4,8% en 2010
  • El Fondo ha pedido a los países desarrollados que recuperen la disciplina presupuestaria
  • Afirma que los planes contra la crisis no deben aumentar el gasto de forma permanente

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha estimado que el déficit público español equivaldrá este año al 6,1% del PIB y al 6% en 2010, una cifras superiores a los pronósticos del Gobierno. En concreto, el Ejecutivo prevé que un déficit del 5,8% del PIB para este año y del 4,8% para el próximo, que en cualquier caso, serían superiores al  máximo del 3% establecido por el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea.

Así, se desprende de un informe encargado por el G-20 sobre la salud fiscal de los países que participarán en la cumbre que se celebrará el 2 de abril en Londres, en el que se prevé que el déficit conjunto de todos ellos sea del 6,2% en 2009 y del 5,3% en 2010.

Las previsiones del FMI colocan a España como uno de los países con mayor déficit presupuestario en 2009, puesto que sólo estaría superado por el 12% previsto para Estados Unidos, el 8,5% de la  India, el 7,2% de Reino Unido y el 7,1% de Japón.

No obstante, el Fondo ha sido más pesimista sobre las perspectivas de crecimiento de España y, en consecuencia, sobre el desempeño de las finanzas públicas. Su último cálculo, divulgado en enero, habla de una contracción del 1,7% del Producto Interno Bruto (PIB) este año y un 0,1% en 2010. La entidad ha alertado además de que revisará a la baja sus números en general, debido al agravamiento de la crisis en los últimos meses en todo el mundo.

Las cifras del Fondo sobre el déficit español reflejan el cambio brusco que han sufrido las cuentas por la recesión y el costo del programa de estímulo económico del Gobierno. El año pasado, el déficit en España alcanzó el 3,8% del PIB, según las cifras oficiales, mientras el anterior hubo un superávit del 2,2%.

Disciplina presupuestaria

El informe del FMI pide "una estrategia clara" para que los países desarrollados recuperen la disciplina presupuestaria, una ortodoxia fiscal que hasta hace un año nadie cuestionaba, hasta que la crisis financiera y económica ha obligado a elevar el gasto público por encima de lo previsto.

En este sentido, el organismo alerta de la posibilidad de que haya "dudas serias sobre la solvencia fiscal" de los países desarrollados que lleven "a un salto en las primas de riesgo" que se imponen en los créditos, desestabilicen las expectativas y sacudan "aún más la confianza del mercado".

Para impedirlo, los gobiernos deben asegurarse de que los planes de estímulo no eleven el gasto de forma permanente y de que adopten reformas estructurales que aumenten su potencial de crecimiento, según el FMI. Además, aconseja reformar sus sistemas de salud y de pensiones, para aminorar el costo que conlleva el envejecimiento de la población.

Planes para 2010 y 2011

Con todo, el Fondo no aboga por eliminar los planes de estímulo, sino al contrario, modularlos y extenderlos a 2010 y 2011, ya que la crisis será más larga que lo anticipado. Así lo ha señalado el economista jefe del organismo internacional, Olivier Blanchard, que ha animado a que empiecen a preparar programas de estímulo fiscal para 2010 y a que tomen más medidas para sanear las cuentas de los bancos.

"Va a llevar mucho tiempo hasta que el crecimiento potencial vuelva al nivel normal, así que tenemos que pensar en que los impulsos fiscales duren bastante", ha alertado Blanchard. La mayoría de los países avanzados aflojará este año el bolsillo público con grandes desembolsos, pero algunos de ellos tienen poco previsto para 2010, ha comentado Blanchard.

"En este momento los gobiernos deberían estar pensando más en 2010 y quizá en 2011", ha explicado, pues el mejor estímulo son los proyectos de infraestructura, que se tarda algún tiempo en poner en marcha. Al mismo tiempo,  no se puede dejar de lado el sistema financiero, cuya recuperación es fundamental para que la economía recobre su vigor, a juicio de la entidad.