La Audiencia de Alicante condena al ex novio de Svetlana a 21 años de prisión
- Ricardo Antonio N.R. ha sido condenado por asesinato y maltrato habitual
- El acusado deberá indemnizar a la familia de Svetlana con 330.000 euros
- El tribunal considera la agravante de alevosía y de parentesco
- Señala el maltrato continuado al que fue sometida la víctima
- Lea la sentencia de la Audiencia Provincial de Alicante (doc)
La Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a 21 años de prisión a Ricardo Antonio N.R., de 30 años, por el asesinato de su ex novia, la rusa Svetlana Orlava, y por maltrato habitual, según han informado a RTVE.es fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJV).
La Audiencia de Alicante condena al ex novio de Svetlana a 19 años por el delito de asesinato con alevosía y con la agravante de parentesco y a dos años por maltrato habitual, con la agravante de cometer el hecho en presencia de menores y en el domicilio de la víctima, además de privación de tenencia de armas durante dos años.
Además, según la sentencia, a la que ha tenido acceso RTVE.es, Ricardo Antonio N.R. deberá indemnizar con 330.000 euros a los familiares de Sevetlana, su hijo y su madre.
El tribunal considera probado que el 18 de noviembre de 2007 Svetlana murió por un corte en el cuello que le hizo su ex novio, unos días después
de acudir juntos a un programa de televisión en el que no sabía que el ya condenado le iba a pedir retomar la relación, algo que ella rechazó.
Según los hechos probados, el condenado se presentó en el edificio de la víctima e intentó localizar el piso en el que vivía, hasta que se encontró con ella en el portal. Se introdujo con Svetlana en el ascensor, discutió con ella y le dio un corte en el cuello con un cuchillo que le seccionó la carótida, según la Audiencia, que también considera probado que Ricardo Antonio N.R. sometió a la mujer a "una serie de maltratos físicos y psíquicos" durante sus tres años de relación.
Maltrato habitual
La Audiencia de Alicante realiza en el fallo una disquisición pormenorizada del delito de maltrato habitual, el ataque que supone a la paz familiar, y cómo evoluciona la situación de violencia de género, que "se enmarca en un cuadro generalizado de desprecio y discriminación permanente de la mujer". Además, destaca el peligro de que el maltratador habitual pueda acabar con la vida de su víctima.
El tribunal señala la "serie de episodios atentatorios contra la integridad física y la moral" sufridos por Svetlana en su relación con el acusado, que incluso fue condenado en una ocasión por malos tratos. Añade que los testigos acreditan el "menosprecio continuado" de Ricardo Antonio N.V. con respecto a su ex novia y el "trato degradante" al que la sometía, incluso delante de su hijo de escasos años, "por su carácter violento y modales amenazantes, que la tenían atemorizada".
La Sala menciona el "acoso y amedrentamiento" del acusado a la víctima en los últimos tiempos de la convivencia y, especialmente, en los días anteriores al asesinato, con el objetivo de conseguir que regresara con él, "finalidad que se había convertido en una obsesión".
Asesinato con alevosía
La Audiencia de Alicante considera acreditada la agravante de alevosía en el asesinato por la "difícil escapatoria o defensa" que podía ofrecer la víctima a su agresor dado que se encontraba en un ascensor y luego cayó inerme "en un angosto pasillo". Además, señala que el agresor, estaba "dispuesto a matarla", era "mucho más corpulento" e iba provisto de un cuchillo.
El tribunal también considera como pruebas de la culpabilidad de Ricardo N.V. su presencia en el lugar de los hechos, acreditada por diversos vecinos, unos cortes que presentaba el agresor en su mano y una huella de sangre de la fallecida que se halló en el domicilio de los padres de su ex novio.
Juicio
Ricardo N.R. fue juzgado el pasado febrero en la Audiencia Provincial de Alicante por el presunto asesinato de su ex novia, del que se declaró inocente.
La Fiscalía pidió para él una pena de 20 años de prisión por asesinato y maltrato habitual; la acusación particular reclamó 20 años y la defensa solicitó la libre absolución.