Desnudando a Pedro Almodóvar: El 'making of' de 'Los abrazos rotos'
- El reportaje de Informe Semanal, el making of de un making of
- Dos semanas en Lanzarote, donde nació la idea, inauguraron el rodaje
- La relación entre Pedro y Penélope, muy intensa
"Siempre he soñado hacer una película cuya historia se viera a través del making of", escribe Almodóvar sobre la trama de Los abrazos rotos en el pressbook de la película.
"Los making of no sólo nos revelan secretos técnicos, sino también los secretos de las personas que se encargan de cocinar y articular la ficción, a veces de encarnarla. El making of convierte en ficción a los artífices de la ficción", asegura el cineasta manchego.
Un paisaje con el que un huérfano reciente se identifica, una foto tomada al azar en Lanzarote, un período de dolorosas migrañas, una trama que va modelándose en la cabeza del artista... El making of de Los abrazos rotos es también -como el reportaje de Informe Semanal refleja- el desvelamiento del director, del autor, de la persona Pedro Almodóvar. No en vano, y como él reconocía en la rueda de prensa de presentación de la película en Madrid, "mis películas forman parte de mi biografía".
"Trabajar con él es una experiencia muy intensa y que te mantiene en vilo", afirma Penélope. "Sabes que cuentas con su honestidad. A veces, su forma de decir las cosas te puede crear miedo, pero es un miedo sano, porque yo no quiero trabajar con alguien que me diga que todo está bien todo el tiempo. Yo sé que cuando hago una toma que a él le gusta, me lo va a decir, y cuando haga una que no, también. Y eso a mí me da mucha confianza", subraya.
Que la película número 17 del cineasta manchego es de algún modo una recolección de trozos de su propia vida lo refleja que casi todos los actores de la película han trabajado para el de Calzada de Calatrava. En el caso de Penélope, es la cuarta película con él.
El rodaje comenzó en la isla canaria donde había nacido la idea de la película. Después de dos semanas de rodaje allí, el equipo se trasladó a Madrid donde rodó entre julio y agosto.
Arañando en Penélope
Parte esencial de Los abrazos rotos, artística y mediáticamente, es la pareja Pedro-Penélope, la relación entre el director y la actriz.
Para construir el personaje de Lena, el director le dijo -según él mismo- que tendrían que "arañar en ella hasta sacar cosas que el papel necesita. Y ella desde el primer momento me dijo -reconoce-: 'tienes permiso para hurgar donde tú creas necesario'. Ha sido duro psicológicamente duro para ella. Y lo que es maravilloso es que lo haya resuelto con tanta eficacia". Esa misma idea la han subrayado para las cámaras del Telediario 2.
Penélope, por su parte, no se para en barras para delarar su admiración por Pedro: "Creo que tengo mucha suerte poder tenerlo en mi vida como amigo y poder trabajar con semejante genio. Me parece brillante lo que hace como director". Las semanas de trabajo son algo más: "Te arrastra a un viaje. Termina la película y dices: ¿qué me ha pasado?".
Es una admiración que los actores comparten: "La mirada de Pedro ha evolucionado con los años, es una mirada muy madura", dice José Luis Gómez a Informe Semanal, que interpreta el papel de malo del género negro en la película.
Modelando actrices
"La mayor parte de los papeles femeninos que he escrito en mi vida son una mezcla de mi madre y sus vecinas de La Mancha, mezclados con Holly Golightly, la Giulietta Masina de La strada y la Shirley MacLaine de Como un torrente y El apartamento", ha escrito Almodóvar.
Como en el caso de un personaje mínimo pero a juicio de Almodóvar fundamental en la película, interpretado por Ángela Molina. "Mis hermanas la vieron y dijeron 'es igual que' una prima nuestra que se llama Maricruz, una señora mayor de pueblo, pueblo, pueblo", afirma ante las cámaras de Informe Semanal.
"Siento que es la primera vez que hago una declaración tan expresa de amor al cine; no con una secuencia en concreto, sino con toda una película. Al cine, a sus materiales, a las personas que se desviven alrededor de los focos, a los actores, montadores, a los narradores, a los que escriben, a las pantallas donde se ven las imágenes moviendo intrigas y emociones. A las películas como se hicieron en el momento en que se hicieron. A algo que aunque se pueda vivir de ello, no es sólo una profesión sino una pasión irracional", lo dice Almodóvar. La pasión según el director manchego.