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Merkel y Sarkozy quieren que en la cumbre del G20 se acuerde una nueva regulación

  • Ambos mandatarios quieren una regulación fuerte para prevenir crisis futuras
  • Han defendido la necesidad de publicar una lista de países opacos con la fiscalidad

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EL PRESIDENTE FRANCÉS, NICOLAS SARKOZY, VISITA BERLÍN
La canciller alemana, Ángela Merkel (c), da la bienvenida al presidente francés, Nicolas Sarkozy (izq), ante la Cancillería alemana hoy jueves 12 de marzo en Berlín (Alemania) antes de la reunión del consejo de ministros germano-galo.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, han manifestado su convicción de que de la cumbre del G-20 tienen que salir resultados concretos con respecto a la regulación de los mercados financieros internacionales para prevenir futuras crisis financieras.

"Los programas de apoyo a la coyuntura son importantes y los europeos hemos hecho nuestro aporte, con Alemania y Francia a la cabeza pero estos no pueden reemplazar la regulación", dijo Merkel.

Sarkozy, por su parte, ha señalado que Alemania y Francia irán a Washington con una posición clara y conjunta y ha pronosticado que la cumbre terminará siendo un acontecimiento histórico.

"Estamos plenamente convencidos de que nuestras propuestas acabarán formando parte del documento final", ha dicho Merkel.

Sarkozy ha insistido en que "los pueblos del mundo entero" esperan con razón que la cumbre del G-20 concluya con "resultados".

Lista de países opacos

Ambos han subrayado el grado de consenso alcanzado entre ambos países y el buen funcionamiento del eje franco-alemán, una cooperación, que según insistió Sarkozy, va en beneficio y no en detrimento de los restantes socios.

Tanto Merkel como Sarkozy han abogado por lograr que de la citada cumbre salga una lista con los países que no cooperan en el intercambio fiscal.

"En Londres se demostrará si tenemos el valor de nombrar a los países por su nombre", dijo Sarkozy, quien insistió en que no se trata de criticar que haya naciones con tipos impositivos bajos sino de que "digan de dónde viene el dinero y qué hacen con él".

La canciller valoró positivamente el que el mero hecho de haber planteado este asunto haya conducido a que algunos países "hayan empezado a moverse".

"La creciente presión empieza a arrojar frutos", dijo Merkel en alusión a que algunos países como Liechtenstein han dejado entrever su disposición a levantar el secreto bancario.