EE.UU. ya no llamará 'combatientes enemigos' a los detenidos en Guantánamo
- EE. UU. revisará la política aplicada a los capturados en conflictos armados o terrorismo
- George W. Bush comenzó a utilizar el término "combatientes enemigos" tras el 11-S
- Barack Obama mantendrá su facultad de retener a los reclusos de Guantánamo
El gobierno de EE.UU. ha anunciado que ya no se referirá a los detenidos en Guantánamo como 'combatientes enemigos' y que revisará la política aplicada a quienes sean capturados en conflictos armados u operaciones contra el terrorismo.
El gobierno del presidente George W. Bush comenzó a utilizar el término 'combatientes enemigos' para referirse a presuntos terroristas capturados tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En una orden ejecutiva y para no aplicarles las leyes estadounidenses el Gobierno de Bush creó el centro de detención de Guantánamo lo que supuso su confinamiento sin cargos y de manera indefinida.
EE.UU mantendrá su facultad de retener a los reclusos de Guantánamo
Sin embargo, en documentados presentados ante un tribunal federal, el Departamento de Justicia ha indicado que, pese a que no usará el término de "combatientes enemigos" el Gobierno de Obama mantendrá su facultad de retener a los reclusos en Guantánamo en virtud de una autorización aprobada por el Congreso en septiembre de 2001.
Esa autorización permitió "el uso de la fuerza contra naciones, organizaciones o personas que el presidente determine que hayan planeado, autorizado, cometido o ayuda en los ataques de S-11", ha indicado.
Los documentos señalaron que "el Gobierno no se atribuye la autoridad de retener personas en base a un apoyo insignificante" a organizaciones terroristas como Al Qaeda o los talibanes.
Los últimos presos de Guantánamo
En la prisión de Guantánamo aún permanecen alrededor de 240 presuntos terroristas y el Gobierno de Obama ha prometido cerrar ese centro de detención en el curso de un año. La mayoría de los detenidos fueron capturados en las operaciones militares que Estados Unidos ha llevado a cabo en Afganistán y en Irak tras el 11-S.
Los documentos que aclaran la posición del Gobierno fueron presentados ante el tribunal en respuesta a una demanda de Shafiq Rasul, Asif Iqbal, Rhuhel Ahmed y Jamal Al-Harith, ciudadanos británicos en fueron enviados a su país en 2004. Los cuatro acusan a las autoridades militares de la base naval de EE.UU. en Cuba de haberlos sometidos a diversos tipos de tortura, incluyendo hostigamiento religioso.
La demanda fue presentada contra el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld y el general retirado Richard Myers, ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de EE.UU.