El Salvador celebra sus elecciones más reñidas que pueden dar la presidencia a la antigua guerrilla
El FLMN puede obtener la presidencia por primera vez de la mano del periodista Funes
La derecha, que gobierna desde 1989, ha cerrado filas en torno a Ávila, ex paramilitar
El pobre país, fiel aliado de EE.UU. estas dos décadas, todavía recuerda la guerra civil
Enlaces relacionados
El Salvador celebra este domingo las elecciones presidenciales más reñidas de la historia democrática del país que pueden llevar por primera vez al poder a la antigua guerrilla del FMLN tras 20 años de gobierno del derechista ARENA.
En el país más pequeño de Centroamérica (como la provincia de Badajoz), 4,2 millones millones de votantes elegirán al sucesor de Elías Antonio Saca, que cumple el único mandato que le permite la ley con un balance desilusionante, lastrado por la pobreza y el desgaste de su partido.
Al concurrir solo dos partidos, la votación será a un sola vuelta y de momento el favorito es el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que en enero ganó, aunque por escaso margen, las elecciones municipales y legislativas.
Una elección histórica
Saca es el cuarto presidente de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) desde 1989, cuando el partido alcanzó el Ejecutivo de manos de Alfredo Cristiani, quien en 1992 firmó los Acuerdos de Paz con el FMLN para poner fin a una guerra civil que causó 75.000 muertos. Tras ese acuerdo, los grupos militares depusieron las armas y el FMLN --formado en 1980-- se legalizó como partido.
Ya en noviembre del 2007, el FMLN designó como candidato presidencial a Mauricio Funes, un reconocido periodista televisivo sin pasado guerrillero, que ha logrado capitalizar su popularidad para poner al partido como favorito, una situación que no se había dado hasta ahora.
Por su parte, ARENA en medio de una inédita división interna, nombró hace justo un año como candidato al ex director de la Policía Nacional Civil, Rodrigo Ávila. Estas dos nuevas circunstancias han hecho que el propio Saca califique este "reñido duelo" como "atípico".
Movimientos en la derecha
Pero aún hay más. En un sorpresivo giro, las cúpulas del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y el Partido de Conciliación Nacional (PCN), ambos de derecha, retiraron sus candidaturas y ofrecieron su respaldo a ARENA, una decisión que no ha sentado del todo bien en el seno de esas formaciones minoritarias, hasta el punto de algunos de sus dirigentes locales se han desmarcado y han apoyado al candidato opositor.
El Salvador es uno de los 10 países más pobres de América Latina con el agravante de que la crisis económica ha provocado un aumento en los intereses bancarios, reducciones en las remesas --segunda fuente de ingreso después de las exportaciones-- e incrementos en los precios de los productos que golpean a los sectores más humildes.
Además, el país sufre diariamente el preocupante promedio de entre 10 y 12 homicidios, principalmente adjudicados a las pandillas.
Las cúpulas de los partidos de derecha, los grandes empresarios y algunos medios de comunicación, han cerrado filas y han protagonizado una agresiva campaña de desprestigio contra Funes y el FMLN, partido que acusan de querer instaurar el "socialismo del siglo XXI" en El Salvador al estilo de Hugo Chávez en Venezuela. Algo que choca especialmente en uno de los más fieles aliados de Estados Unidos en la región, que ha seguido su doctrina económica e implantado el dólar como divisa.
Las elecciones legislativas de enero pasado dieron 35 diputados al FMLN para el Congreso unicameral frente a los 32 de ARENA. Pero este órgano sigue en manos del partido oficial con la ayuda de sus siempre aliados PCN, que sacó 11, y el PDC, que obtuvo cinco.