Quince perros abandonados emprenden el 'canino' de Santiago contra el maltrato animal
- Los canes recorrerán 1.200 kilómetros durante 49 días desde Estepona hasta la capital gallega
- El objetivo es protestar contra el abandono y el maltrato usando la reflexión del camino
- Los perros se han entrenado duramente e irán acompañados por voluntarios toda la ruta
"Rompe", "Uno", "Volver", "Perry", "Harpo" y "Rambo" inician este domingo el camino más importante de sus vidas: 1.200 kilómetros de ruta en siete semanas, de Estepona a Santiago de Compostela.
Una larga ruta que tiene una peculiaridad: será realizada por primera vez por perros. Hasta quince canes se pondrán en marcha desde la localidad malagueña con el objetivo de protestar contra el maltrato animal.
La idea surgió de la asociación de animales abandonados de Estepona, que pretende que "todos reflexionemos y nos mostremos en contra del abandono y del maltrato animal", ha afirmado la presidenta del colectivo, Johanna Mayrhofer.
Con esta iniciativa han querido "aprovechar el mensaje espiritual del camino para reflexionar sobre el respeto a la vida de los animales", al tiempo que recaudar fondos para un nuevo refugio.
Duro entrenamiento
Para afrontar este reto, los canes han estado entrenándose muy duro en los últimos meses "para poder asumir sin mayor problema el esfuerzo al que van a ser sometidos", ha precisado la responsable de esta entidad.
La proeza comenzará con una etapa difícil caracterizada por "el fuerte desnivel" hasta llegar a la localidad malagueña de Gaucín, tras recorrer unos 28 kilómetros, mientras que al día siguiente partirán hacia Ubrique (Cádiz), trayecto en el que también "se emplearán a fondo".
Todas las atenciones
Los animales verán cada día recompensado su esfuerzo con los mimos de quienes quisieron acogerlos cuando otros prescindieron de ellos y estarán atendidos no sólo por sus monitores, sino también por veterinarios que garantizarán en todo momento su buen estado de salud.
Para ello, realizará todo el viaje un remolque de apoyo que transportará su comida, en el que los perros dormirán cada noche y donde, llegado el caso, podrán tomarse algún día de descanso si necesitan recuperarse del esfuerzo o sufren algún percance.
Tras cada jornada de camino, los voluntarios dormirán en albergues u hostales previamente reservados por la organización, cuyos responsables, además de cuidar y de alimentar a los perros cada día, también se encargarán del apoyo logístico de los voluntarios, transportando su equipaje.
Después de 49 días y de 1.176 horas de camino, el próximo 2 de mayo estos perros y sus monitores habrán llegado a su meta esperando cumplir su sueño: fomentar entre la población el respeto a la vida de los animales