La Fiscalía investiga por homicidio imprudente al padre del asesino de Winnenden
- El progenitor tenía 15 armas en su casa, todas guardadas bajo llave menos una
- La Policía que tenía conocimiento de que su hijo sufría una depresión
- De ser así, habría cometido un asesinato involuntario al dejar una pistola en su habitación
- Con ese arma su hijo mató a quince personas y luego se suicidó
- Los padres han negado tener conocimiento de los problemas mentales de su hijo
La Fiscalía de Stuttgart está investigando si el padre de Tim Kretschmer, el adolescente autor de la matanza en una escuela de Winnenden (Alemania) la pasada semana, es responsable de un delito de asesinato por imprudencia por no tener guardada el arma que usó supuestamente su hijo para matar a quince personas.
Los investigadores creen que Kretschmer, de 17 años, cogió el arma del crimen, una Baretta de 9 milímetros, de la habitación de sus padres, pese a que la ley alemana obliga a los poseedores de armas a tenerlas bajo llave.
De esta forma, si se confirma que el hijo tenía problemas psicológicos, el padre podría ser procesado por homicidio involuntario.
Tim Kretschmer mató el pasado miércoles a nueve alumnos y tres profesores de su antiguo colegio de Winnenden, así como a otras tres personas en un centro comercial a 40 kilómetros de la localidad, tras lo cual se suicidó.
La depresión del hijo, clave
Su padre tiene licencia de quince armas, catorce de las cuales están guardadas bajo llave, excepto el arma con la que se cometió el crimen.
"Hay indicios de que los padres estaban al corriente de los problemas de salud de su hijo", ha señalado Renate Risch, portavoz de la Policía de Waiblingen, a las afueras de Stuttgart.
En el estudio clínico que se le hizo para su incorporación al servicio militar, que el adolescente se hizo en diciembre de 2008, se detalla que sufre de "problemas de salud relacionados con una depresión".
Los padres, por boca de su abogado, Achim Bochle, han desmentido que su hijo haya sido diagnosticado con problemas psiquiátricos.
Con todo, tener este arma sin control ya supone una violación de la ley alemana, que la canciller Ángela Merkel ha anunciado que endurecerá aún más para evitar que se vuelvan a producir casos como éste.
Merkel no ha querido concretar en qué consistirían estos cambios legislativos y si irían en la línea de la prohibición de tener armas de fuego, aunque sea bajo llave, en domicilios privados.