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Obama da instrucciones para intentar bloquear las primas de AIG

  • Obama da instrucciones a Geithner para que bloquee las primas de los ejecutivos de AIG
  • Reconoce que hay que reformar las reglas y espera que el Congreso lo haga en breve
  • El presidente del comité financiero de la Cámara de Representantes aboga por despedir a los ejecutivos
  • El fiscal general de Nueva York pide a AIG la lista de los "primados"

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Obama critica las primas que AIG va a repartir a sus ejecutivos

Obama está indignado con las primas que van a cobrar los ejecutivos de la aseguradora AIG. El Presidente ha dado instrucciones a su secretario del Tesoro, Tim Geithner, para que "utilice las palancas del rescate financiero y todas las vías legales posibles para bloquear estas primas".

El escándalo de los sobresueldos levanta ampollas en Estados Unidos. Hasta el punto que Obama ha abordado la cuestión en los primeros minutos de la presentación de su plan para reactivar el crédito a la pequeña empresas. Tosiendo, "estoy atragantado por el enfado", el Presidente ha arremetido contra la injusticia. 

Premios de escándalo a costa del contribuyente 

AIG, la mayor aseguradora mundial, ha recibido cuatro rescates financieros desde finales del pasado año. En total, más de 170 mil millones de dinero público para evitar su colapso. Sin embargo, este fin de semana se ha conocido que AIG pagará 165 millones de dólares a sus ejecutivos en concepto de primas. Un "premio" en forma de sobresueldo, que va a parar precisamente a los responsables de crear los credit default swaps, los derivados financieros que han amplificado la crisis.

Obama comprende el enfado del pueblo americano. "Es una cuestión de valores fundamentales, no sólo de dinero", añade. Con millones de familias pasando apuros para llegar a fin de mes y pagar las facturas, las bonificaciones a los ejecutivos que originaron la crisis con su codicia e insensatez echan más sal en la herida. Y más todavía cuando se pagan con el dinero de los contribuyentes.

"Es difícil entender que los operadores de derivados en AIG se merezcan la más mínima bonificación, mucho menos primas de 165 millones de dólares. ¿Cómo justifican este escándalo a los contribuyentes que mantienen a flote esta compañía?".

Un bloqueo de difícil solución

Obama ha recordado que las primas se acordaron antes del rescate de AIG, antes de que llegara su actual presidente, Edward Liddy. El problema es que figuran en los contratos de los ejecutivos y son absolutamente legales.

Tras las inyecciones de dinero público, el Estado posee casi el 80% de AIG pero no ha tomado el control de la aseguradora. En esta nacionalización a medias, el Gobierno carece de la autoridad o el poder para invalidar los contratos o eliminar las primas.

Por eso, Obama aboga por una reforma de las reglas financieras que dé al Gobierno ese control y espera que el Congreso la apruebe en los próximos meses. "Necesitamos mayor autoridad a la hora de proteger al contribuyente estadounidense y nuestro sistema financiero en casos como este".

Presiones desde el Congreso y la Fiscalía

El presidente del comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, Barney Frank, ha echado su cuarto a espadas y puede marcar la pauta en el futuro inmediato. Quiere revisar los contratos para ver si efectivamente las primas son inevitables y apuesta por el despido de los ejecutivos. "Esta gente puede tener derecho a esas primas pero no tienen derecho a conservar el empleo para siempre".

Por otro lado,  el fiscal general de Nueva York, Andrew M. Cuomo, ha requerido a la aseguradora AIG que le facilite más información sobre los ejecutivos que recibirán los 165 millones de dólares en primas y quiénes negociaron los contratos. Cuomo lleva investigando los planes de compensaciones de la compañía desde el pasado otoño. El fiscal quiere una lista completa de los beneficiarios, las características del trabajo que desempeñan y su rendimiento. Hasta ahora, no lo ha conseguido.

La iniciativa de Cuomo abre tres frentes. Por un lado se suma a "todas las vías legales" que ha ordenado Obama para bloquear las primas. En segundo lugar, recuerda la investigación similar que llevó a cabo en Merrill Lynch para ver si las primas han contribuido a los problemas de la firma. Y por último, quiere determinar si esos sobresueldos pueden constituir transmisiones fraudulentas según la legislación del estado de Nueva York.