La UE desafía a EE.UU. y rechaza proponer nuevas medidas de estímulo
- La UE ignora el llamamiento desde América para inyectar más dinero en la economía
- A cambio, los Veintisiete quieren que el FMI tenga más armas para atajar la crisis
- Los líderes europeos consideran que todavía no se sabe el efecto de los planes actuales
- Zapatero insta a la UE a dar prioridad ahora a las políticas de empleo y de protección social
Los líderes de la Unión Europea, reunidos en una Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de Primavera en Bruselas, rechazarán este jueves la presión que llega del otro lado del Atlántico para que los países miembro inyecten más dinero en sus economías como herramienta para luchar contra la recesión global.
En la cumbre, destinada a acordar una postura común ante la reunión del G-20 en Londres el próximo 2 de abril, los jefes de Gobierno de los Veintisiete parecen dispuestos a proponer un aumento en la capacidad del Fondo Monetario Internacional (FMI) para atajar la crisis.
"Estamos haciendo suficiente", ha dicho Mirek Topolanek, primer ministro checo, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE. "Algunos de nosotros no hemos desarrollado todavía nuestros planes de rescate, por lo que no sabemos su impacto. No tiene sentido introducir nuevos paquetes de ayuda", ha señalado.
La Reserva Federal de EE.UU. se comprometió este miércoles a inyectar en la economía estadounidense un billón de dólares para luchar contra la recesión y Washington ha encabezado los llamamientos a Europa para incrementar los paquetes de estímulo que de momento han fracasado en su intento de parar la crisis. Este mismo jueves, desde el FMI se urgía a Europa a aprobar planes de estímulo para 2010.
La UE, sin embargo, trata de acordar los detalles de los planes de estímulo ya en marcha basados en proyectos de infraestructuras y pone su confianza en los sistemas sociales de los Veintisiete. La Unión no ha logrado todavía ponerse de acuerdo sobre la parte común del paquete de reactivación económica aprobado en diciembre, que incluye la financiación de una lista de proyectos urgentes, en el ámbito de la energía y las redes de telecomunicaciones, valorados en 5.000 millones de euros.
España quiere que las ayudas se destinen al empleo
Algunos líderes temen el malestar social, como Sarkozy, que este jueves se enfrenta a la segunda huelga general de su mandato, y otros tratan de evitar un déficit demasiado elevado que podría exacerbar los problemas.
Así, la canciller alemana, Angela Merkel, sólo apoyará proyectos de inversión con cargo al presupuesto de la UE, para combatir la crisis, si se desarrollan en 2009 ó 2010. "Si llegan más tarde, ya no serían un estímulo, sino acciones a medio o largo plazo, y éste es el principal punto en el que Alemania va a insistir", ha explicado durante la reunión de líderes del Partido Popular Europeo (PPE).
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente de Gobierno español, ha reivindicado este jueves ante sindicatos y empresarios europeos el valor del diálogo social para salir de la crisis y ha instado a la UE a dar prioridad ahora a las políticas de empleo y de protección social.
En rueda de prensa tras concluir la Cumbre social tripartita que ha reunido en Bruselas a los agentes sociales y a las instituciones comunitarias, el ministro de Trabajo español, Celestino Corbacho, ha explicado la posición española y ha considerado que Europa debería hacer "un esfuerzo mayor por el empleo".
Hasta el momento, ha señalado, la UE ha tomado muchas medidas dirigidas al "corazón" del problema, el sistema financiero, y a flexibilizar el pacto de estabilidad para permitir que los Estados adopten políticas activas aumentando su déficit público, pero "esa crisis, que hace siete meses era financiera, hoy es una crisis económica y tiene una repercusión directa sobre el empleo".
Barroso rechaza "lecciones" a Europa
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, ha refutado enérgicamente la idea de que Europa hace pocos esfuerzos contra la crisis global y ha asegurado que "nadie puede dar lecciones" a los europeos, especialmente en apoyo a las víctimas de la crisis.
La UE "es mucho más fuerte que ninguna otra región del mundo" en lo que a economía social se refiere, ha afirmado Barroso tras una reunión celebrada en Bruselas entre los interlocutores sociales y los dirigentes de las instituciones de la Unión.
El presidente del Ejecutivo comunitario ha explicado que los gastos de protección social deben incluirse dentro del esfuerzo económico que los estados europeos realizan para salir de la crisis, y ha afirmado que, en ese sentido, "nadie puede darnos lecciones, ni EEUU, ni los países asiáticos, ni ninguna otra parte del mundo".
Barroso también ha descartado por ahora poner en marcha nuevos planes colectivos de relanzamiento económico, y ha urgido a "centrarse en la aplicación de los planes adoptados". "Evitemos decir que no serán suficientes, ya que eso no va a contribuir a crear más confianza", ha concluido.
No obstante, en un encuentro con periodistas posterior ha apuntado que, "si es necesario, tendremos que revisarlas en el futuro".